Charo López habla sobre su belleza. ¿Es un privilegio o una condena?

• El programa Imprescindibles de RTVE repasa la trayectoria profesional y personal de Charo López
• Siempre fue guapa y notó que gustaba a los demás, pero no siempre estuvo en paz con su belleza

Charo López en una imagen que proyecta sensualidad y belleza

Cuenta Charo López Ya en el colegio supo qué era sentirse deseada por los chicos. Con 17 años tenía el físico de una mujer, pero todavía llevaba una niña dentro. "Yo no enseñaba el cuerpo, siempre me estaba tapando con lo que tuviera a mano. Y empecé a tener pánico, y oía a los chicos decir ¡Maizena! —por dos veces buena—, me llamaban 'la colchón', 'la lentejas'... y yo decía: ¡Esto será bueno o malo! Hasta que pregunté ¡Esto de qué va! ¡Hombre, pues que estás muy buena! Y con el tiempo he aprendido que lo que querían era meterme mano, ¡que para eso estaba muy buena!", recuerda en el documental 'Me cuesta hablar de mí', que ha dirigido Chema de la Peña para el programa 'Imprescindibles', de RTVE.

Charo López en un retrato de archivo RTVE

La cámara potenció su sensualidad

Plano a plano y testimonio a testimonio, se hace un emotivo retrato de la actriz, destacando su talento, pero también su espléndida belleza. Una belleza fue su pasaporte al cine. Gonzalo Suárez cayó rendido ante ella y le dio su primer papel en una película. Luego se enamoraron de ella Antonio Giménez-Rico y Luis Buñuel. Enamoró a la cámara, tanto en el cine como en el teatro que se emitía en TVE a través de Estudio 1. Hizo trabajos de calidad y otros más mediocres en los que tenía más en cuenta su físico que su talento, como en los spaghetti western que se rodaban entre Roma y Almería. "Siempre hacía el mismo papel, de india violada", recuerda. Tras la muerte de Franco, el cine de destape vive un momento de esplendor y Charo López hace un cine que se nutre de su sensualidad. La prensa la eleva a los altares y se hace muy popular. Pero es un éxito que no le hace feliz. "Yo no acababa de encontrar mi sitio", dice. Tiene 36 años y se siente fracasada, porque piensa que quizá no tiene talento, solo un atractivo especial. En esa época de su vida entra en crisis y vuelve a su primera profesión, la enseñanza. Pero el destino le tiene preparada una sorpresa.

Retrato en blanco y negro de Charo López RTVE

Un mito erótico

Mario Camus la llama para hacer las serie Fortunata y Jacinta, y tiene un papel que solo puede hacer ella, Mauricia, 'la Dura', y luego llega el gran regalo de su vida: Los gozos y las sombrasClara, su personaje, le da todo, porque ella le ha entregado todo. En el capítulo 4, Charo rueda una escena nunca vista en España, una masturbación en la cama. Los más de 15 millones de espectadores que cada jueves tiene la serie en Televisión Española entran en shock y Charo López se convierte en un mito erótico. Corría 1982. "Es la escena de más éxito de mi carrera a nivel popular", recuerda.

Empieza una etapa nueva para ella. Se consolida como actriz y ella sabe conjugar su físico con su talento. Lo hace en el cine y en el teatro, con éxitos tan grandes como Tengamos el sexo en paz. "Charo López proyecta una imagen y crea un imaginario, como de inalcanzable, inasequible. Hay en ella una mezcla de belleza y de inteligencia que provoca una especie de temor y a la vez de atracción", dice el periodista y escritor Manuel Hidalgo. "La belleza de Charo también es especial, no es una belleza corriente, tiene algo de enigmática", añade el actor y director Eusebio Lázaro. López supo que el atractivo no era suficiente, estudió, se formó y logró su sueño. "Tuvo el talento de no acomodarse en su belleza, de no negociar con su belleza", señala Julieta Serrano.

Charo López nació en Salamanca el 28 de octubre de 1943 RTVE

"La belleza siempre juega a favor de una mujer, en el trabajo, en las relaciones con los demás, en el amor", dice la actriz, que no duda en decir que atisba algo de vanidad cuando se mira en el espejo. "Me gusta que me digan que estoy guapa. Es una deformación. Me lo han dicho tanto que incluso cuando no me lo dicen me mosqueo". Y añade: "Yo no presumo de nada, esto es una cosa que se hereda, como el que nace sumamente inteligente. Son privilegios que te da la naturaleza. Pero es una carga. Te voy a decir la verdad, es una pesadez. Porque es todo el día, si no lo piensan los demás lo piensas tú. ¡Es un ratón, que te come, que te come, que te come..., que te quita espontaneidad, que te quita libertad, que te exige muchísimo".

Charo López, una mujer íntegra que vive una espléndida madurez RTVE

En paz con el espejo

El documental de Imprescindibles termina hablando de los miedos e inseguridades de las mujeres a los 50, de las actrices a los 50. De cuando deja de sonar el teléfono, de la soledad, la impuesta y la escogida. Pero Charo López, que se casó dos veces y no ha tenido hijos, no se viste de nostalgia, al contrario. Es una mujer íntegra y segura de sí misma. Se ha aceptado, por dentro y por fuera. Así habla de las consecuencias del paso del tiempo. "El tiempo va pasando y esto que yo considero que ha sido el gran privilegio de mi vida, tiene que irse terminando. Y se lleva regular...". La voz de esta gran actriz y gran mujer suena mientras se muestran portadas de revistas y periódicos en los que se ensalzó su belleza y atractivo. "No lo cambiaría por nada. Es un privilegio y creo que me he hecho la vida mucho más fácil, y he conseguido ser muy feliz en una profesión en la que es difícil llegar a saborear tantos momentos preciosos. ¡Yo no tengo más qué decir que si volviese a nacer, querría volver a ser como soy!".