¿Estamos ante la desaparición de las Tablas de Daimiel? El parque nacional celebra 50 años en plena crisis ambiental

• Las Tablas de Daimiel conmemora este año el 50 aniversario como parque nacional
• La mala gestión del agua y, en concreto, de la sobreexplotación causada por el regadío ha provocado el declive

El escarabajo verde - Daimiel, convertir el agua en vino

El Parque Nacional Tablas de Daimiel está al borde del abismo. Pero no es novedad. Este humedal, símbolo de la reserva de la biosfera 'La Mancha Húmeda' lleva años agonizando. Las consecuencias de este hecho pueden ser catastróficas. Una de ellas, el incendio por autocombustión de turba. Algo que ya vimos en 2009, cuando bomberos y agentes rurales se enfrentaron a unas llamas que se propagaban bajo tierra. El porgrama El escarabajo verde muestra cómo este lugar prácticamente único en Europa, está en riesgo de perder su esencia, lo que ha sido durante siglos.

Ángel Bellón, agricultor y presidente CUAS Mancha Occidental rtve

Sobreexplotación del agua

Junto al Mar Menor y Doñana, las Tablas de Daimiel se ha convertido en uno de los ecosistemas acuáticos más amenazados en toda Europa. El principal motivo de su decadencia es la sobreexplotación del agua para la agricultura de regadío. El modelo agroalimentario actual, con un elevado ritmo de producción, requiere de una gran parte de los recursos hídricos de nuestro país, especialmente, en regiones áridas o semiáridas, donde la disponibilidad de agua es limitada, como es el caso de Castilla-La Mancha. Algo que ha provocado que las Tablas de Daimiel, antaño un paraíso húmedo de gran riqueza ecosistémica, esté absolutamente seco.

Esta situación llevó a más de 500 investigadores a firmar un manifiesto en la pasada primavera en el que demandaban un trasvase de agua de 17 hectómetros cúbicos procedentes del trasvase Tajo-Segura “mientras se buscan alternativas hídricas tanto para el ecosistema como para los regadíos”. No obstante, no ha llegado.

Alejandro Del Moral guía de Caminos Del Guadiana Ecoturismo rtve

Incendio de turba

La llegada del agua del trasvase tendría como consecuencia más inmediata la reducción de las posibilidades de que se produjera un incendio de combustión de turba. Algo que ya ocurrió hace 14 años. Esto sucede cuando los depósitos de turba, que son capas de material orgánico parcialmente descompuesto acumulado durante largos períodos de tiempo en zonas húmedas, se contraen por las altas temperaturas, originando profundas grietas por donde el aire penetra.

El aire oxida la misma materia orgánica, que acaba incendiándose. Las llamas se propagan por el subsuelo, lo que dificulta la identificación del foco del incendio y, en consecuencia, las tareas de extinción. Según la Guía Geológica del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, “este tipo de fuegos representan un enorme riesgo tanto para la estructura física del humedal, como para la calidad del agua subterránea”.

Salvador Sánchez Carrillo (CSIC) en la zona de la tubería manchega del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel rtve

Medidas para frenar el fuego

En 2009, ante la alarma social de la época, se tomaron varias medidas para frenar el fuego, como acelerar las obras para terminar la Tubería Manchega, una infraestructura que lleva agua del Tajo a 15 municipios manchegos para consumo humano, pero que excepcionalmente se destinó también para llevar un extra de agua a las Tablas de Daimiel. Finalmente, un temporal de lluvias hizo que se dejara de usar el agua de ese trasvase de emergencia.

No obstante, tal y como señala la comunidad científica, el elevado ritmo de extracción ha llevado al humedal hasta tal punto que ya no basta en confiar en que llegue la lluvia.  Si la situación no cambia, su capacidad de resiliencia, de recuperarse por sí solo, desaparecerá. Se convertirán en un estanque para almacenar agua de otras cuencas, si es que esta agua llega.