Ana Polvorosa protagoniza '[Mara]', un cortometraje sobre salud mental codirigido por el creador de 'La Promesa'
- Dirigida por Daniel Allué y Josep Cister Rubio, creador de 'La Promesa', la cinta es candidata a los Premios Goya 2024
- Una historia sobre aprender a aceptar pérdidas y soltar lo que una vez nos hizo sentir vivos
- El cortometraje está protagonizado por la actriz Ana Polvorosa con la colaboración de Adrián Navas
¿Qué experimentan los peces cuando se encuentran solos en una pecera? ¿Pueden deprimirse? Según investigaciones recientes, un entorno que no brinde los estímulos necesarios puede ser perjudicial para el bienestar de estos animales. La soledad y el sentirse solo pueden aumentar las probabilidades de sufrir una depresión. Sin embargo, esta situación no se aplica a todos los peces, ya que algunos tienen una naturaleza solitaria. Un ejemplo de esto es el pez betta, también conocido como el luchador de Siam, que prospera y se siente cómodo viviendo en solitario en su acuario.
Precisamente, con un luchador de Siam comienza [Mara] (2023), un cortometraje sobre salud mental en el que su protagonista construye una ilusión para tratar de superar un hecho traumático que cambió su vida para siempre. Con la mirada del pez conocemos a Mara, a quien da vida la actriz Ana Polvorosa. Mara es una joven que se encuentra aislada debido a una dolorosa pérdida en su vida, una herida que aún no ha sanado por completo. En un mundo pospandémico, la protagonista del cortometraje se ve inmersa en un entorno que la hace sentir extremadamente vulnerable, viviendo en un espacio donde las ventanas están cubiertas, la luz es escasa y la oscuridad prevalece.
Convivir con nuestros peores monstruos
Con toques de terror y fantasía, y con la salud mental como eje central del cortometraje, los directores de la cinta, Daniel Allué y Josep Cister Rubio, pretenden contar cómo podemos llegar a comportarnos cuando no llegamos a aceptar una pérdida y cómo podemos aprender a dejar ir sin aferrarnos a lo que un día nos hizo sentir vivos.
"El corto surgió a partir de esas ideas llevadas al extremo. La historia de [MARA] nació en un momento de pandemia donde todos tuvimos que aprender a convivir en una pequeña burbuja de confort y cuando creíamos que lo teníamos controlado tuvimos que aprender a salir de ella", explican sus directores.
Los directores logran hábilmente construir un ambiente de soledad, vulnerabilidad y terror a través de la fotografía. A lo largo de los casi 12 minutos del cortometraje, la única fuente de luz que experimentamos emana de las numerosas bombillas que iluminan el piso de Mara. Ante la oscuridad que se cierne sobre ella, la protagonista comienza a verse rodeada de fenómenos inexplicables que parecen ocurrir solo en su cabeza. Todas estas alucinaciones parecen estar provocadas por la ausencia de un ser querido que ha dejado de estar presente en su vida.
La salud mental como eje central
No es coincidencia que el cortometraje de Daniel Allué y Josep Cister Rubio se haya lanzado el 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental. Los directores han querido destacar este tema que condiciona la vida de Mara. "A menudo, cuando perdemos a alguien muy cercano, nuestra mente reacciona de maneras que nunca podríamos haber imaginado. Es en esos momentos cuando confundimos el sentirnos bien con evitar afrontar nuestros problemas", cuenta Josep Cister Rubio.
En el caso de Mara, la joven protagonista, opta por aislarse en su hogar en un intento de mantener una fachada de 'normalidad', pero lo que se quiere transmitir es que cuando evitamos enfrentar y abordar nuestros problemas, y no buscamos la ayuda de un especialista, no logramos sanar y nos adentramos en una espiral de depresión que puede tener un profundo impacto en nuestras vidas.