Cómo vivir con el Trastorno Límite de la Personalidad: un desafío emocional y social, por María Esclapez

• María Esclapez, psicóloga, analiza qué es y cómo se puede tartar el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)
• Mira ya el sexto capítulo de La cámara de Gesell dedicado a la disponible en RTVE Play y en Spotify

María Esclapez, psicñologa, da algunas pautas que nos ayudarán a manejar situaciones complicadas con personas que sufren TLP.

El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es un trastorno mental de origen desconocido, aunque se cree que puede estar relacionado con factores genéticos, familiares y sociales. Entre sus síntomas se incluyen problemas en las relaciones interpersonales, dolor emocional, sentimiento crónico de vacío, autolesiones, impulsividad (lo que hace que se den gastos irresponsables, comportamientos sexuales de riesgo o abuso de sustancias), miedo intenso a un abandono real o imaginario, pensamiento dicotómico, baja autoestima, ideación paranoide, alteración de la identidad…

Como te puedes imaginar, debido a la gravedad de los síntomas, este trastorno tiene un gran impacto en la vida de las personas que lo padecen.

Emociones intensas, actuaciones extremas

Las grandes protagonistas del TLP son las emociones, especialmente la ira (proyectada hacia uno mismo o hacia los demás). Con trastorno límite de la personalidad, las emociones se sienten de una manera muy intensa y condicionan al extremo la conducta, por eso se suele decir que son arrolladoras. De hecho, gestionar las emociones para que no interfieran en el día a día es uno de los grandes retos dentro del tratamiento, dado que es la causa principal de sus problemas de estabilidad e interacción social.

Para que te hagas una idea, las personas con TLP pueden experimentar ráfagas intensas de ira, tristeza o ansiedad, que pueden aparecer y desaparecer rápidamente. Estos cambios de ánimo drásticos pueden originarse por eventos aparentemente insignificantes (pueden vivir las situaciones con una intensidad desproporcionada con respecto a la causa) o por percepciones distorsionadas de la realidad.

Por ejemplo, ante la cancelación de una cita pueden desencadenar una rabia incontenible; ante un comentario negativo de algún/a amigo/a pueden sentir una tristeza y un sentimiento de rechazo enorme que se termina generalizando a todo el mundo (“nadie me quiere”); o, ante un suspenso, pueden sentir que no valen para nada y abandonar los estudios.

Problemas para mantener relaciones sanas

Siempre que hablemos de TLP es necesario mencionar la dificultad existente para mantener relaciones estables o sanas debido a la dicotomía de pensamiento que origina la intensidad y la variabilidad emocional. Esta dicotomía que fluctúa entre la idealización y la devaluación, se puede reflejar en la percepción o comportamiento que tienen con las personas que forman parte del entorno (pareja, amigos, familia, etc.).

Cambios frecuentes en los objetivos de vida

Otro rasgo común del TLP es la inestabilidad de la identidad y la propia imagen. Las personas que lo padecen pueden tener dificultades para comprender quiénes son realmente, por eso tienden a mimetizarse con el entorno y adoptar identidades o puntos de vista propios de las personas que les rodean.

Esta inestabilidad puede manifestarse en cambios frecuentes en los objetivos de vida, planes o aspiraciones en la vida.

TLP: Difícil de diagnosticar

Como ves, tener TLP no es simplemente tener problemas con el manejo de la ira ante un conflicto o tener un “bajón”, tener TLP es tener un problema importante de salud mental. Debido a la complejidad del trastorno, el diagnóstico adecuado suele tardar en llegar dado que en muchas ocasiones se confunde con otras psicopatologías como, por ejemplo, el trastorno bipolar.

Por ello, se requiere siempre acudir a un buen profesional que sepa realizar el diagnóstico y que, además, sepa cuál es el tratamiento adecuado en cada caso.

Con tantos síntomas, puede parecer que las personas que padecen TLP nunca podrán tener la oportunidad de ser felices, pero esto no es así. Con un buen tratamiento farmacológico y psicoterapéutico, se puede conseguir manejar bien los síntomas. Para ello es muy importante que se cuente no solo con la voluntad del paciente sino también con la de las personas que le rodean. Conocer en qué consiste el TLP y trabajar desde la prevención es importantísimo en todos los casos.

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