MasterChef Celebrity 8 | Jesulín no da la talla en su primera capitanía: "Me ha venido grande"

• El torero no vivió su mejor noche: también fue muy criticado en la primera prueba
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A Jesulín de Ubrique le supera la capitanía

Jesulín de Ubrique ya había declarado en programas anteriores, que el día que él fuera capitán, cambiarían las cosas. Pero después de probar la experiencia como jefe de cocina, podemos decir que le faltó lo que tantas veces dijo que tendría: autoridad. Y así se lo hizo ver Jordi Cruz en la valoración de la prueba por equipos: “Ha quedado floja tu capitanía. Esperaba más mando. Más autoridad”. El torero no pudo estar más de acuerdo y dio con la clave de lo que había fallado: “Tenía que haber puesto los huevos sobre la mesa”.

En algún momento del cocinado, aspirantes como Jorge Sanz o Álvaro Escassi no siguieron las instrucciones de su capitán, y quizás si ahí el torero se hubiera impuesto, los pimientos y la salsa de tomate hubieran salido en óptimas condiciones. Aún así, Jesulín quiso sacar la cara por su equipo: “Ellos han luchado como leones”. Y terminó por hacer una necesaria autocrítica. “El delantal de capitán pesa mucho. No lo he sabido gestionar bien. Me ha venido grande. Cuando un capitán no manda, le comen. Me han toreado”. Una vez más se demuestra la gran complejidad de dirigir una cocina. Pero a Jesús le honra reconocer sus errores y sacar pecho por su equipo.

La noche no empezó mucho mejor para el torero, con un dulce, cuya elaboración la equiparó a una de sus peores corridas, en Logroño. Desde el primer minuto, vimos una versión irregular de Jesulín, con poca confianza, fallando en diferentes elaboraciones y sin capacidad de reacción con el suflé: “¿Suflé es de sufrir?”. Y los jueces no tuvieron piedad del torero. “Sé que lo has pasado mal, pero tu plato es terrorífico”, afirmó Jordi Cruz.

Una media sonrisa asomaba en la cara de alguno de los compañeros de Jesús, que se llevaron una advertencia por parte del torero: “Soy muy enemigo de mis enemigos”. Y Laura Londoño no perdió la oportunidad de responder a Jesús: “Si ya eres enemigo de tus amigos, no me quiero imaginar de tus enemigos”.