Manuel llega a 'La Moderna': ¿Solución o problema para los Garcés?
- Los Garcés no atraviesan un buen momento económico
- La familia alquilará una habitación a un estudiante para ganar un dinero extra
Los problemas económicos siguen trayendo de cabeza a la familia Garcés. A pesar de haber conseguido un nuevo hogar en la corrala en la que viven Pietro y Antonia, por más que lo intente, la familia no llega a fin de mes.
Rosario parece haber dado con la solución. En el colmado, le han informado de un estudiante que busa una habitación en la que hospedarse. La madre de Matilde está dispuesta a dejar su habitación y apañarse como pueda en la de sus hijos para que puedan entrar unos duros más, por lo que deja su número de teléfono en el establecimiento.
Los hijos de Rosario no están de acuerdo con la decisión de meter a un extraño en casa, pero debido a las necesidades que están pasando y a la insistencia de su madre, no les queda otro remedio que aceptar.
Manuel llega muy ilusionado a casa de los Garcés con el petate y todas sus pertenencias a cuestas. “Tiene una casa muy hermosa doña Rosario, y es perfecta para lo que puedo pagar”, asegura muy convencido. A pesar de que el joven se gana enseguida a Clarita, Matilde, Pablo y Luisa siguen siendo un obstáculo para que se quede en la casa de don Braulio, algo que él percibe enseguida. “Si no encajo aquí, me busco una pensión y ya encontraré casa mañana”, explica triste.
Matilde hace de tripas corazón, y sabiendo de los apuros que atraviesa la familia, invita a Manuel a ver la habitación y le asegura que si la habitación es de su agrado puede quedársela.
Pablo, víctima de los atracos de Raimundo
Pablo quiso aportar su granito de arena y conseguir algo de dinero para contribuir en la causa. Sin embargo, no escogió el camino más adecuado y comenzó a formar parte de la banda de Emilio y Raimundo. Los hermanos se ganan la vida robando y cuentan con Pablo para que vigile a cambio de una pequeña compensación.
El esfuerzo de Pablo cae en saco roto. Tras uno de los robos es atracado por un misterioso hombre en la corrala que se queda con el dinero que ha conseguido. Lo que el pequeño de los Garcés no espera, es que el encapuchado no es otro que el propio Raimundo.
Luisa, preocupada por el futuro de la familia
Mientras tanto, Luisa no deja de pensar en que está perdiendo el tiempo tratando de ser artista. La pasión de la pequeña siempre a sido dibujar y pintar ya que, a través del arte, “ve las cosas mejor de lo que son”, como ella misma explica.
Sin embargo, se trata de un mundo muy cerrado para las mujeres de la época y la hermana de Matilde no quiere ser una carga más para la familia. Cree que debería de trabajar más horas como planchadora y así ayudar en casa.