¿Pueden heredarse los traumas de generación en generación?
- La genetista Helena González explica si nuestras futuras generaciones pueden heredar nuestros traumas, vicios o beneficios
¿Qué llevan las bebidas energéticas? Tomar más de dos latas grandes al día puede causar graves problemas para la salud
En las letras de nuestro ADN están escritas las instrucciones de cómo somos. Esas instrucciones están escritas en pequeñas porciones, lo que llamamos genes. Pero no usamos todos los genes todo el rato. Hay algunos que sólo se expresan cuando hace falta, ante un determinado estímulo, por ejemplo, la melanina, que se expresa cuando tomas el Sol. Son los genes dinámicos.
“El gen MC1R está involucrado en el tono pelirrojo. Apenas el 1-2% de la población es pelirroja“
Como explica la genetista Helena González en Órbita Laika - programa disponible online en RTVE Play-, si no se usan esos genes, se silencian, es decir, se recubren de unas marcas químicas, llamadas marcas epigenéticas, que impiden que la célula los pueda leer. Los genes siguen ahí, pero inaccesibles.
Esas marcas epigenéticas que hacen que nuestros genes se expresen o se silencien dependiendo del ambiente en el que vivimos ¿se pueden heredar? La inmensa mayoría se borran en la producción de óvulos y espermatozoides, pero no todas. Algunas se fijan en el ADN y pueden pasar a nuestra descendencia. Es decir, podría decirse que algunas experiencias de nuestros padres las hemos heredado.
Algunos ejemplos históricos
Un estudio de la Universidad de Copenhague y el Instituto Karolinska de Estocolmo, mostraba que los espermatozoides de hombres obesos, por mala alimentación no por problemas metabólicos, tenían marcas epigenéticas que no se encontraban en hombres delgados. Esto parece condicionar la propensión a la obesidad de los hijos.
Otro ejemplo clásico de estos cambios es el observado entre los descendientes de las mujeres holandesas embarazadas durante el invierno de 1944. Aquel año, cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de acabarse, Holanda sufrió el invierno del hambre, que mató a unas 20.000 personas y afectó a cuatro millones más.
Los estudios epidemiológicos posteriores han mostrado que los hijos y nietos de aquellas mujeres seguían hoy afectados por trastornos alimentarios, diabetes y enfermedad coronaria. Lo mismo se ha observado en hijos y nietos de las personas que sufrieron el Holocausto. Parece que la descendencia ha incorporado información epigenética en el ADN producida por los altos niveles de cortisol, la hormona del estrés, que tuvieron sus progenitores.
Organismos modelo
Sin embargo, investigar esto con humanos no es sencillo. Tenemos muchas implicaciones éticas y las muestras de las que disponemos no siempre son idóneas. No tenemos acceso, por ejemplo, al ADN de los tatarabuelos de personas que sufrieran el holocausto para poder analizar sus marcas epigenéticas y, por tanto, comprobar esas posibles herencias moleculares. Por eso, con muchas cuestiones relacionadas con humanos se usan organismos modelo. En concreto, estas posibles herencias genéticas se estudian en los laboratorios con una especie de gusano llamada ‘Caenorabditis elegans’, que se reproduce y crea una nueva generación cada dos o tres días. En su caso, sí se ha podido comprobar la herencia de estas marcas epigenéticas generación tras generación.
“El ‘Caenorabditis elegans’ fue el primer organismo pluricelular al que se le secuenció todo el genoma “
En humanos aún queda mucho por investigar. Sí hay evidencias de que hay ‘traumas o experiencias heredables’, pero aún no se puede afirmar categóricamente que nuestras futuras generaciones vayan a vayan a heredar nuestros traumas, vicios o beneficios.
No te pierdas ningún programa de Órbita Laika, los martes, a las 22:00 horas, en La 2, preestreno a las 20:00 horas en RTVE Play. #LaikaMagnetismo.