La Moderna: ¿se fugarán Carla e Íñigo?
- Carla ha cuidado de Íñigo desde su desmayo
- Ella no ha olvidado su relación ni lo que siente
Íñigo ha estado unos días convaleciente en cama. Desde su desmayo en el salón de té a causa de la infección que le provocó la herida del abdomen, ha estado reposando en casa solo con la compañía de una enfermera, en ocasiones de don Jaime, pero sobre todo de doña Carla. Carla, como él la llama, no se ha separado de su cama en los últimos dos días y eso ha hecho que entre ambos se vivan momentos más tiernos de los que estamos acostumbrados, y también más nostálgicos. Juntos han recordado varios momentos de su historia de amor.
Así fue cómo se conocieron
Carla acudía al Madrid Cabaret una noche lluviosa buscando trabajo. Podemos ver a una mujer diferente de la que conocemos, espontánea, más natural, no tan encorsetada y sin medir cada palabra. Esa es una de las cosas que le llaman la atención a Íñigo seguramente, ya que Carla comienza a criticar al encargado delante de él, sin saber que lo tiene justo delante. “¿No sabrá donde se enconde ese encargado? Cuando me vea me va a oír. Ese engreído sí que va a necesitar un ponche caliente, ya se lo digo yo”, dice Carla muy enfadada.
Ella sigue sin saber que Íñigo es el encargado, así que no ve problema en contarle por qué piensa así del gerente del cabaret, y es que el día anterior una amiga suya estuvo pidiendo trabajo y la miró por encima del hombro y la rechazó diciendo que no era “el estilo de mujer que estaban buscando”.
Íñigo le sigue en esta historia hasta que Carla finalmente se da cuenta de que él es el encargado. A pesar de lo que ella piensa que va a pasar, él no la rechaza y le da explicaciones sobre lo sucedido con su amiga: “Ayer su amiga me estuvo mintiendo toda la noche. Pretendía haber trabajado en los mejores locales de la ciudad y cómo usted comprenderá no voy a contratar a nadie si sé que me va a mentir”.
Esto le da una oportunidad a Carla, pues cuando él le pregunta, ella decide no mentir y ser sincera confesando que no tiene ninguna experiencia. Pero, a pesar de todo y para sorpresa de Carla, él decide contratarla: “Soy un engreído, ¿no lo recuerda? Pero reconozco el estilo de mujer que busco cuando la veo”.
Una pareja con química y complicidad
La pareja formada por Carla e Íñigo hasta ahora no nos había dejado muchos momentos de complicidad, pero en estos últimos capítulos hemos podido ver cómo era un día normal en su relación. Desde el primer momento en que se conocieron se siente la química que tienen, y lo vemos también en un momento íntimo que han recordado los protagonistas de esta historia. Un instante en el que jugaban a mirar las nubes y a adivinar la forma que tenían, un recuerdo muy tierno donde podemos ver que Íñigo y Carla tuvieron el corazón más caliente y blando de lo que hasta ahora habíamos visto.
También vimos como la pareja se despedía antes de que Íñigo se fuese a la guerra, un momento que ya nos conquistó. Carla estaba al borde del llanto pidiéndole a Íñigo que tuviese cuidado y que volviese cuanto antes. Íñigo en ese momento respondía explicándole que no había temor, pues él tenía el mayor motivo para luchar y volver, la propia Carla. “Tengo que vivir para volver a besarte, una y otra y otra vez”, le decía entre besos Íñigo. “Nos haremos viejitos juntos”, terminaba diciendo él.
Carla le pedía a Íñigo que le jurase que iba a volver, una promesa que él no dudaba en aceptar. “Por lo más sagrado”, decía él y le devolvía la pregunta. “Es más que un sí, es un para siempre. Te esperaré toda la vida si hace falta”, le respondía ella. Como sabemos uno de los dos incumplió la promesa y acabó con todas las esperanzas de futuro de la pareja.
Carla se casó con don Jaime
Íñigo volvió de la guerra en plena noche y acudió directamente al Madrid Cabaret. Buscaba a Carla con la mirada, ansioso por verla y estrecharla entre sus brazos de nuevo, y no se equivocaba pensando que estaría allí, pero lo que nunca esperó es que fuese don Jaime quien le presentase a Carla como si Íñigo no la conociese y que, además, lo hiciese como su esposa. Íñigo y Carla cruzan miradas de alivio y sorpresa por verse y de dolor y odio por la traición. Íñigo hace de tripas corazón y felicita a don Jaime por su boda, pero en el fondo para él ya estaba todo roto y a pesar de las explicaciones que más tarde le da Carla, para él ya no hay nada que arreglar ni rescatar. Íñigo ha decidido respetar a Jaime, es su amigo y no será un problema para él ni para su relación.
Los dos deciden callar en ese momento y le ocultan a don Jaime que juntos vivieron un romance antes de que le conocieran. Una mentira muy grande que costará enterrar eternamente y más cuando Carla no deja de insistir en recuperar el amor de Íñigo.
Carla quiere romper con todo y fugarse juntos
Ha llovido mucho desde aquel momento, pero Carla no ha olvidado a Íñigo, es más, con la llegada de Matilde a la vida de su antiguo amor, ella siente aún más la necesidad de alejarle de ese lugar y ha intentado hacer lo imposible para separarlos. De hecho, hasta ahora lo ha conseguido. Ha hecho creer a Íñigo que Aguirre le está persiguiendo y que Matilde y su familia corren peligro si ambos deciden mantener su relación.
Pero a Carla no le basta con esto, ella quiere a Íñigo con ella y está dispuesta a perderlo todo con tal de estar con él. Después de pasar estos días en el apartamento con Íñigo, tiene más claro todavía que quiere pasar el resto de su vida con él. Por eso, no ha dudado en arriesgarlo todo y le ha pedido a Íñigo que se fuguen. “¿Por qué no nos vamos de aquí, Íñigo? A cualquier otro sitio, un lugar donde no nos conozca nadie. Darnos una nueva oportunidad, montar un negocio… ¿Qué me dices? ¿No crees que nos merecemos ser felices?”.
Tendremos que esperar al próximo lunes para conocer la respuesta que Íñigo le da a Carla, pero cada vez nos convence más esta pareja. ¿Triunfará finalmente #Carligo o encontrará la forma de sobrevivir el amor de #Iñilde?