Napoleón conquista este otoño el cine y la literatura
- La bibliografía disponible sobre Napoleón es monumental; Página Dos elige cinco libros destacados
- El historiador Ernest Bendriss publica un ensayo sobre curiosidades del militar y político corso
Hay algunas figuras históricas cuyo interés jamás decae. El culto a Napoleón ha sido sostenido y creciente en el tiempo, y promete alcanzar nuevas cuotas con el estreno este otoño de la próxima película de Ridley Scott, con Joaquin Phoenix en el papel del militar corso. El genio, la energía, las curiosidades en torno a la figura de Napoleón Bonaparte (1769-1821) provocan que la literatura napoleónica florezca de nuevo.
A pesar de sus enormes defectos, Napoleón tenía facultades políticas de primer orden: una capacidad insólita de trabajo, memoria milimétrica, concentración plena, perspicacia para leer a los hombres. Restableció el orden en Francia, dando al comercio y a la industria una nueva vida, que pronto, sin embargo, volvería a retroceder a causa de sus incesantes y temerarias guerras.
Ernest Bendriss escribió Eso no estaba en mi libro de Napoleón (Almuzara) para reivindicar los aspectos más desconocidos y curiosos de esta figura histórica. ¿Era cierta su obsesión por Egipto? ¿Sus tremendas faltas de ortografía, que compensaba con una mente matemática prodigiosa? ¿Su biblioteca de más de treinta mil volúmenes? Pocos personajes han dejado en Francia y Europa una huella tan honda, con sus luces y sombras.
En Napoleón en Oriente (La esfera de los libros) el escritor Miguel del Rey se sumerge de lleno en las campañas del político en Oriente, desde Egipto a Siria, cuyas consecuencias no solo se dejaron huella en lo militar, sino que también en el desarrollo artístico y cultural de la Francia del siglo XIX. En Máximas y pensamientos, por su parte, la editorial Ariel recoge algunas de sus frases más interesantes: «La victoria tiene cien padres, la derrota es huérfana.»
Ruth Scurr ha escrito Napoleón: Una vida entre jardines y sombras (Shackleton Books), un revelador retrato de los paisajes que acompañaron al militar, desde los olivares de su infancia en Córcega hasta los jardines de El Cairo, Roma, Elba, Hougoumont o Santa Elena. Acabamos estas recomendaciones con un título para amantes del arte: La pintura militar deKeith Rocco, René Chartrand y Matthew DeLaMater (Desperta Ferro), que reúne los mejores dibujos y grabados de las campañas más célebres de Napoleón.