El Conquistador | Cesc Escolà confirma su gafe: ¡drama en el equipo Yocahu!
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Nunca ganar una prueba de inmunidad en El Conquistador había tenido un sabor tan agridulce. El equipo Yocahu se ha impuesto con la bola de hámster al Corocote y, pese a la alegría inicial por haberse librado de enfrentar a tres de sus miembros a la prueba de expulsión, pronto han recibido una noticia malísima. Puede que tengan la inmunidad y un techo bajo el que dormir, pero les falta una cosa muy importante: comida. Los Yocahus han tenido que tirar de sus propias provisiones para alimentarse, ya que han perdido la oportunidad de darse un festín. Todo por la mala suerte de Cesc Escolà.
La ruleta les deja sin premio
Capitanear a un equipo conlleva mucha responsabilidad. La semana pasada le tocó mandar directamente a uno de los suyos a la prueba de expulsión y esta le ha tocado girar la ruleta de la que depende el premio extra de los ganadores de la inmunidad. Hasta la extinción del equipo Atabey, los ganadores solían llevarse un festín como recompensa, aparte de la inmunidad e irse al campamento rico: pizza, pollo asado… Ahora depende de lo que salga en la ruleta, dividida en seis casillas con premios y seis calaveras sin ellos.
Aunque en la tirada de prueba Montoya ha sacado el 2, Cesc no ha tenido tanta suerte cuando le ha tocado de verdad. Quería el 5, pero se lo ha pasado y ha llegado a la calavera. Ha estado a punto de conseguir el 6, pero se ha mantenido en la calavera y se ha quedado sin premio. "No das una alegría a tu equipo…", le ha soltado Julian.
¿Será culpa de Chase?
El desenlace les ha caído como un jarro de agua fría: la semana pasada perdieron, la anterior ganaron y en vez de comida les dieron mosquiteras… Menos mal que tienen los kits de supervivencia y las habilidades de Gorka para la pesca. Cesc, de bajón, se ha apoyado en David Seco para consolarse, pero David, serio y de brazos cruzados, se lo ha quitado de encima con un sutil movimiento, casi imperceptible.
Mientras tanto, los Corocotes se han alegrado de la desgracia de sus grandes rivales. Según uno de sus concursantes, la mala fortuna del equipo rojo podría deberse al "poder mental". "Justo la calavera que ha salido es la que yo, en cuanto empezó a girar Cesc, visualicé para que saliese y la seguí durante todo el recorrido", ha revelado Chase. Eso sí, los Yocahus no han dejado que su no-festín les quite el buen humor. Montoya ha empezado cantando, Agus ha sacado su ukelele y al final hasta Cesc y David han acabado cantando.