'Dogman': ¿cuál es la historia real? Todo sobre el delito del Canaro, el crimen que inspiró la película
- La película de Matteo Garrone cuenta el crimen del Canaro della Magliana, un asesinato ocurrido en Italia en 1988
- Dogman, disponible en RTVE Play hasta el 14 de enero de 2024
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Matteo Garrone emocionó en el Festival de Cannes de 2018 con su enfoque humanístico de la violencia en Dogman, un thriller dramático protagonizado por Marcello Fonte y Edoardo Pesce que retrata cómo el dueño de una peluquería canina a las afueras de Roma se deja influenciar por un delincuente local hasta que su vida se complica demasiado. Considerada una de las mejores joyas del cine italiano de todos los tiempos, se estrenó en el Festival de Cannes, donde compitió por la Palma de Oro y Marcello Fonte ganó el premio del festival al mejor actor. La historia se basa en hechos reales, concretamente en los que acontecieron en el famoso crimen del Canaro della Magliana, también conocido como el 'delitto del Canaro', un asesinato que conmocionó a Italia en 1988.
El delito del Canaro della Magliana, el crimen que inspiró la trama de Dogman
Pietro De Negri, conocido como el Canaro della Magliana, debe su apodo a la actividad de peluquería canina en la calle della Magliana, en la popular zona de Magliana Nuova en Roma, en el barrio Portuens. Saltó a la fama por el brutal asesinato del exboxeador aficionado Giancarlo Ricci en 1988. Originario de Cerdeña, cocainómano y condenado, De Negri fue cómplice de Ricci en un robo que había desembocado en su única detención mientras el boxeador, lejos de cualquier acusación, había dilapidado el botín. Sometido continuamente al acoso de su expareja, que le suministraba drogas y lo obligaba a pagar sobornos al son de amenazas y palizas, el Canaro había sido acosado por Ricci desde que le robó un equipo de música, exigiéndole 200 000 liras a cambio.
El hecho, conocido como el 'delitto del Canaro', tuvo un gran impacto en la sociedad italiana por su particular brutalidad, ya que según el propio asesino, la víctima fue torturada durante mucho tiempo y mutilada varias veces: "Le enjuagué el cerebro con champú para perros. Le amputé los dedos, luego le corté las orejas, la nariz, los genitales. Le dije: ahora ya no eres ni siquiera un hombre. Se desmayó, quemé las heridas con gasolina para detener la sangre y lo devolví a la vida. Hablaba demasiado, seguía insultándome, así que le corté la lengua. Pero él no quería morir. Al final, le rompí la cabeza y le lavé el cerebro", dijo Pietro De Negri a la policía. Más tarde, la autopsia desmintió esta versión: las mutilaciones se habían infligido post mortem. Según los médicos de la autopsia, el peluquero canino habría cometido todos esos actos únicamente en su cabeza por el delirio causado por las drogas y su afán de venganza.
De Negri llevó a cabo su venganza el 18 de febrero de 1988, día en el que convenció a Giancarlo Ricci para que se escondiera en una jaula de perros. A partir de las 15.00 horas, completamente drogado, De Negri empezó una tortura de siete horas con la música a todo volumen para tapar los gritos. Alrededor de las 22.00 horas, el asesino se deshizo del cadáver en el vertedero de Belluzzo en Portuense, donde lo roció con gasolina y le prendió fuego, teniendo cuidado de dejar intactas las yemas de los dedos para su identificación.
A la mañana siguiente, sobre las 08.00 horas, un hombre que llevaba su caballo a pastar descubrió el cuerpo sin vida de Ricci. En un primer momento, la justicia italiana apuntó hacia un ajuste de cuentas en el ámbito del narcotráfico, pero un amigo del boxeador, Fabio Beltrano, cambió el curso de la investigación, llevando al Canaro a su detención el 21 de febrero. El papel de Beltrano, de quien nunca se sospechó en su momento, fue revaluado como cómplice de Pietro De Negri por las contradicciones de su testimonio.
En el juicio, De Negri fue diagnosticado con un trastorno paranoico debido a la intoxicación crónica por cocaína y salió de prisión un año más tarde, el 12 de mayo de 1989. Solo tardó una semana en ser internado de nuevo en un centro psiquiátrico y en ser condenado definitivamente a 24 años de cárcel. Salió de allí tras cumplir 16 años de la condena por buena conducta y volvió a vivir con su esposa y su hija bajo varias condiciones: no salir de casa de 21.00 a 07.00 horas, no frecuentar lugares de reunión y la prohibición de salir de Roma sin autorización. La última petición pública del Canaro della Magliana fue a la prensa: quiere ser olvidado.
Dogman: la ficción de Garrone sobre Pietro De Negri
Garrone empezó a pensar en llevar esa historia al cine en 2006, pero desde entonces hasta 2018 comenzó un proceso en el que fue separando los hechos reales de los ficticios para impedir que el protagonista se convirtiera en un monstruo: "Marcello no es violento, pero tiene que sobrevivir", aseguró Matteo Garrone. Un conflicto que tuvo que explorar lentamente, ya que el caso real fue mucho más cruel que lo que refleja la cinta, con torturas que no aparecen en ella: "No quería que fuera una película sórdida y sangrienta", dijo el director.
Dogman se inspira libremente en el crimen de Canaro: los nombres de los personajes están cambiados y la historia se sitúa en 2017 y no en 1988. La trama se aleja de los hechos reales en el transcurso del filme. Comienza con Marcello (Marcello Fonte), un tranquilo peluquero de perros que vive en el barrio de la Magliana en Roma. Su vida está dedicada a su trabajo, su hija Alida y su pacífica relación con sus vecinos. Sin embargo, también trafica cocaína para ganar dinero extra; lo que le conduce a una turbia amistad con Simone (Edoardo Pesce), un violento exboxeador que aterroriza al barrio con actos de violencia y robos.
Un día, Marcello es obligado a robar la tienda de al lado de su negocio y Simone deja evidencias para que la policía le investigue. Marcello va a prisión por no delatar a Simone y un año más tarde descubre que este se ha gastado todo el dinero mientras es repudiado por sus vecinos. Simone le pega delante de todos mientras le humilla y Marcello comienza a planear su venganza con una trampa en la que mata a Simone estrangulándolo brutalmente. Después intenta quemar el cuerpo, vuelve al pueblo a contar lo sucedido y nadie le cree, por lo que vuelve a por el cadáver como evidencia. Sin embargo, a su regreso todo el mundo ha desaparecido y se encuentra solo junto a su perro. Un final poético para Pietro De Negri, que acabó solo durante muchos años.