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'Hola, ¿estás sola?', ópera prima de Icíar Bollaín, con Candela Peña: Curiosidades de la película

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'Hola, ¿estás sola?': todo lo que no sabías de la primera película de Iciar Bollaín
'Hola, ¿estás sola?', gratis en RTVE Play

A los 15 años, Icíar Bollaín se convirtió de forma inesperada en una de las grandes promesas de la actuación española. Nada menos que Víctor Erice la había elegido para protagonizar una de sus grandes obras maestras, El Sur. Años más tarde, mientras estudiaba Bellas Artes, rodó con algunos de los mejores directores españoles e internacionales como Ken Loach, conoció a guionistas de referencia como Paul Laverty, que terminaría siendo su esposo, pero sobre todo se interesó más y más por lo que sucedía al otro lado de la cámara. Así fue como, una década después de su debut en pantalla, decidió cambiar la actuación por lA escritura y dirección de películas, probando suerte con su ópera prima Hola, ¿estás sola?

La cinta, que ahora se incorpora al catálogo de RTVE Play, y del que Historia de nuestro cine ha brindado un coloquio especial, cuenta la historia de una amistad profunda entre dos mujeres. Ambas están en una etapa de la vida donde lo que importa es el presente y el futuro está demasiado lejano. Dos personajes llenos de incertidumbres, pero con una poderosa vitalidad a los que dan vida dos brillantes y llenas de frescura, Candela Peña y Silke Hornillos, actriz a la muchos perdieron de vista tras esta película.

Silke y Candela Peña en 'Hola, ¿estás sola?'

Silke y Candela Peña en 'Hola, ¿estás sola?'

Fresca, actual y sorora

Estrenada en 1995, plasma una visión femenina llena de sororidad, libertad sexual y desparpajo. Como todas las buenas historias, esta no envejece con el paso de los años, se mantiene fresca, actual, decididamente feminista y libre. Sus protagonistas, Niña y Trini, cuentan en su haber con infinidad de experiencias vividas juntas, confidencias, descubrimientos, ilusiones compartidas (“¿no lo compartíamos todo?”), también desencantos… Con una complicidad envidiable, las dos actrices protagonistas son sustento absoluto de todo el metraje de esta especie de road movie a la española. A pesar de contar con muy poca experiencia a sus espaldas por aquel entonces, Bollaín les dio total confianza e les permitió incorporar su propio sello y muletillas a los personajes.

Un final alternativo

Tal fue la compenetración entre ambas intérpretes, que Bollaín llegó a reescribir el final, tras iniciar el rodaje, porque entendió que tenía que buscar algo más acorde a lo que ellas habían perfilado a partir de los nuevos rasgos que habían incorporado de ambas.

'Hola, ¿estás sola?'

'Hola, ¿estás sola?'

Las influencias de Bollaín

Coincidir con Ken Loach en el rodaje de Tierra y Libertad fue para ella un aprendizaje de dirección de primer nivel. A su lado pudo ver de cerca como se rodaba en escenarios naturales, con un esquipo de rodaje reducido o cámara en mano. Elementos que después incorporaría en sus propias películas. Aunque su mayor punto de referencia y empuje fue el de Chus Gutierréz con quien trabajó en la película Sexo oral y de la que descubrió que ser una mujer no tenía por qué impedirle hacer lo que ella quería. “Quizás lo más completo es dirigir, porque también tocas la interpretación, aunque no estés delante de la cámara”, apuntaba en una entrevista sobre este primer trabajo.

¿De dónde surge la idea?

La historia procede de unos relatos que Bollaín llevaba escribiendo desde hace unos años. Unos textos a los que volvía de forma recurrente en forma de terapia. El guion tuvo sucesivas reescrituras del guion. En una de ellas, le ayudó Julio Medem, a quien Bollaín comentó que sus pasos a seguir tenían como punto de mira la película Café Irlandés. Aunque el cineasta le sugirió muy poquitos cambios porque quedó fascinado con la historia, si le aconsejó que desarrollase más al personaje del Ruso, Olaf, un auténtico ruso al que Icíar Bollaín seleccionó en un casting en Moscú porque se quedó fascinada con la humanidad que desprendía.

Pequeños grandes secundarios

En pequeños papeles vemos a dos actores que con el tiempo se convertirían en dos nombres muy reconocidos del cine. Por un lado, Antonio de la Torre, uno de los actores más reputados del momento, Daniel Guzmán, quien años después seguiría los pasos de Bollaín y cambiaría la actuación por la dirección ganando el Goya al Mejor director novel, o a Elena Irureta, como madre de Niña. Una actriz con la que Bollaín volvería a coincidir en Flores de otro mundo o Te doy mis Ojos. Destaca también un siempre eficaz Álex Angulo, con el que Bollaín ya había rodado el cortometraje Los amigos del muerto en 1994 y con el que tenía claro que quería contar para su debut en largometraje.

Gran acogida y reconocimientos

Ganadora del Premio del Público en el Festival de Valladolid, y Espiga a la Mejor dirección novel para Bollaín en ese mismo certamen de SEMINCI, la película contó con una enorme acogida de la crítica y el público. Una gran acogida para el inicio de su carrera como directora que también contó con la nominación al Goya. Un cuarto de siglo después, Bollaín es una de nuestras más grandes cineastas. Ha rodado diez largometrajes, un documental, siete cortometrajes, actuado en casi una treintena de películas y escrito o coescrito el guion de muchos de sus trabajos como Flores de otro mundo, Te doy mis ojos, Mataharis, También la lluvia, El olivo, La boda de Rosa y Maixabel, su obra más reconocida.