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Es uno de los grandes clásicos de terror y una de las primeras películas de culto españolas

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Fotograma de 'La torre de los jorobados'
Fotograma de 'La torre de los jorobados'

Si pensamos en los grandes clásicos del género de terror y fantasía, puede dar la impresión de que el cine español siempre se ha quedado en un segundo plano. Fueron películas de origen anglosajón como El doctor Frankenstein, Drácula de Bram Stoker, Psicosis o Nosferatu las que sentaron las bases de aquel universo fílmico poblado por asesinos, vampiros, fantasmas y muertos vivientes. Unos personajes demasiado subversivos para la industria de la España franquista que no dio demasiadas alas a un género incipiente que, en los años 40 y 50, se abría paso y triunfaba en las salas de medio mundo.

Afortunadamente, siempre hay resquicios y nuestra cinematografía también cuenta con precursores que marcaron la diferencia. Se dice que una de las primeras películas de terror de toda la historia tiene firma española, Segundo de Chomón y su El hotel eléctrico (1905). Aunque hay quien señala que la primera película de este género made in Spain fue El otro (Joan Codina, Eduardo Zamacois, 1919). Durante aquella primera mitad del siglo XX, también podemos encontrar una lista notable de películas de terror: Fue una pesadilla (Miguel Ballesteros, 1925), Más allá de la muerte (Benito Perojo, 1925) o Una de miedo (Eduardo Maroto, 1935)… Una larga lista que sufrió un parón a finales de los años 30.

La torre de los siete jorobados (1944)

Tras la Guerra Civil, surge un título que se considera la gran película de culto de este género en nuestro país: La torre de los siete jorobados (1944). Dirigida por Edgar Neville, uno de los grandes cineastas que ha dado nuestro país, cuando estrenó La torre de los siete jorobados, el director de películas como Mi calle o Nada, ya había dado una vuelta de tuerca a las tendencias del momento, hibridando géneros, pero fue con esta película que logró uno de sus mejores trabajos. Basada en la novela de Emilio Carrere, escrita en 1924, se articula esta joya que combina costumbrismo madrileño con aspectos fantasmales y expresionistas en la línea de Robert Wiene, Fritz Lang y Murnau.

Una de las grandes películas de culto del cine español

Con La torre de los siete jorobados es posible que estemos hablando de un fantástico nacional en estado puro. Una sugestiva propuesta que muestra un mundo oculto a partir de la existencia de una torre invertida en el subsuelo de Madrid. Así, la película presenta a Basilio Beltrán (Antonio Casal), un supersticioso e ingenuo joven que se topa con el fantasma de un afamado arqueólogo, Robinsón de Mantua (Félix de Pomés). A cambio de ayudarle con su azarosa vida, Basilio deberá resolver el asesinato, disfrazado de suicidio, del espíritu y proteger a la sobrina de este, Inés (Isabel de Pomés), de un grave peligro.

El caso llevará al inocente joven a descubrir una ciudad subterránea donde un grupo de jorobados, liderados por un corcovado con poderes hipnóticos, el doctor Sabatino (Guillermo Marín), se dedican a la falsificación de moneda. En este contexto, la ciudad e Madrid se convierte, bajo la mirada del director, en un laberinto, siempre generador de miedo y de inseguridad. El misterio surge del choque entre el personaje, el jorobado, y el entorno en el que se mueve

La torre de los siete jorobados, joya del terror que puedes encontrar en el la colección de Clásicos del cine de RTVE Play contiene crímenes y un sorprendente fantasma tuerto que le acercan al mundo del horror. Una rara avis dentro de la filmografía nacional que apenas se ha dejado ver entre el público y que ahora puede verse totalmente gratis en la plataforma en abierto de RTVE. Además, cuentas con el análisis de los críticos de cine Alejandro G. Calvo, Marta Medina y Alberto Lechuga en el especio El último programa.