El Conquistador | El pedazo de premiazo que acaba con los concursantes empachados
- ¡Menuda fiesta se han dado los Yocahu! El premio que tanto esperaban
- Cesc pasa de ser cuestionado como capitán a muy aplaudido
- Esta ha sido la última expulsada...¡ha llegado la ansiada unificación!
¡Pre-mia-zo! Hacía varias semanas que se les resistía una buena comilona a los Yocahus: que si les dan unas mosquiteras en vez de comida, que si pierden la prueba, que si consiguen una calavera en la ruleta y se quedan con la miel en los labios… Han sufrido mucho, pero por fin tienen la tan ansiada recompensa. Además, esta vez no hablamos de unas pizzas, y eso que ya con eso se habrían contentado, sino con muchísimo más. Al ganar la última previa por equipos antes de la unificación, el equipo Yocahu se ha dado un verdadero festín. Hasta David Seco, que tan amargamente se ha quejado de los no premiazos, lo ha reconocido: "Jamás había vivido algo así en El Conquis. Ha sido el mejor premio de los premios de la historia mundial".
La juerga de los Yocahus
El equipo rojo se ha impuesto al Corocote en una prueba muy exigente en la que Patxi y Cesc se han enfrentado cara a cara. Si el otro día Cesc les chafó la victoria marcando la calavera en la ruleta y confirmando que es un poco gafe, esta vez se ha redimido al evitar caer otra vez en las casillas sin premio. ¡Menos mal! La recompensa, sin embargo, ha tenido que esperar. Tras pasar la noche en el campamento rico, sin banquete pero con la alegría de entrar ya a la fase unificada, los Yocahus han puesto rumbo a su verdadero premio.
Nada de dormir en unos colchones tirados en el suelo y aguantar los embistes de los jejenes al refugio de las mosquiteras: los concursantes han llegado a una villa con todos los lujos posibles. Cócteles, masajes, una piscina rodeada de tumbonas y lo más importante, ¡un festín con todo lo que podrían soñar! Sushi, carne, canapés, mazorcas de maíz, queso, aceitunas, una mesa entera llena de postres, de tarta de chocolate a fruta… Les ha faltado tiempo para abalanzarse sobre la comida.
Amayita se ha echado a llorar de la emoción, Agus se ha comido un filete a bocados con las manos y Montoya ha mandado un mensaje a Garri: "Esto es mejor que el amor, María. La comida es lo mejor del mundo entero, ni el amor ni nada". Otros se lo han tomado con más calma, sentados y con cuchillo y tenedor, pero con la misma euforia. Nada mejor para recargar pilas, que todavía queda mucho Conquistador por delante.