Así era la vida de Matilde, Trini y Antonia en 'La Moderna': Todo lo que no podía hacer una mujer en 1930
- Matilde, Trini, Antonia, Marta y Esperanza gozan de menos derechos que los camareros de La Moderna
- En esta decada, las mujeres tenían prohibidas hacer una gran cantidad de cosas
“Eres una mujer, lo vas a tener muy difícil”, fueron las últimas palabras del padre de Matilde antes de morir en el primer capítulo de La Moderna. Juan José no se equivocaba. La década de 1930 fue realmente convulsa para las mujeres en España. Apenas gozaban de derechos y eran consideradas “ciudadanos de segunda”. Sin embargo, 1930 fue también el inicio de una serie de importantes significativos para la mujer.
Así era el trabajo para la mujer en 1930
En 1930, la revolución industrial había facilitado la incorporación de las mujeres al trabajo. Sin embargo, ni ocupaban los mismos puestos que los hombres, ni recibían el mismo salario. En La Moderna, Matilde se queja varias veces de que los camareros cobran más que las dependientas.
Además, se estimaba que las mujeres solo podían trabajar entre los 12 y los 30 años, edad en la que habían de estar casadas. En La Moderna, Matilde se queja varias veces de que los camareros cobran más que las dependientas. Es el caso de Trini, que tiene que ocultar su matrimonio con Miguel para no perder su puesto de trabajo en el salón de té.
Cuando llegaba el momento debían dejar su puesto para ocuparse de su marido y sus hijos. Muchas tratarán de incorporarse de nuevo después de enviudar debido a las necesidades económicas que presentaban la mayoría de las familias. Un claro ejemplo de esto es Antonia, quien comenzó a trabajar en 'La Moderna' tras perder a su Ramón.
Las mujeres realizaban las mismas horas de trabajo que los hombres e incluso más y recibían un salario inferior justificado por la supuesta inestabilidad por la maternidad. Se les requería buena presencia, modales y educación.
En Madrid como metrópoli, en su proceso de modernización, más que la industria tuvo respectiva importancia el sector terciario con grandes empresas dedicadas a los servicios: telecomunicaciones como telégrafos, agencias de seguros, publicidad…
Las fábricas ofrecían un gran número de puestos de trabajo a las mujeres, pero su camino profesional era muy diferente al de los hombres. Las mujeres eran desplazadas a profesiones que no requerían cualificación como el cortado de las barras de jabón en pastillas, el troquelado, envasado de productos, embotellado de colonia… Tenían poco acceso a la escalada de puestos y aumento de salario.
La mujer mejor pagada recibía 3,75 pesetas mientras que el varón peor pagado cobraba unas 7 pesetas. El salario era un condicionante para que abandonaran el trabajo al casarse, ya que no aportaban mucho y contribuirían más como amas de casa.
Además, en 1930, todavía existía una gran cantidad de cosas que las mujeres no podían hacer con libertad:
1. No podían votar
En 1930 las mujeres todavía no podían acudir a las urnas. No fue hasta 1931 cuando la constitución aprobó la ley del sufragio femenino en España.
2. No podían vestirse libremente
Las mujeres no podían vestir con pantalón en la década de 1930. Solo podían hacerlo en casa, pero para salir a la calle debían elegir una falda o un vestido.
3. No podían divorciarse
No fue hasta 1981 que se aprobó la ley del divorcio. Desde 1939 hasta 1981 la única posible disolución del matrimonio era la muerte o la nulidad matrimonial, reservada a las adineradas elites del franquismo.
4. No podían administrar sus propios bienes
Las mujeres españolas no pudieron abrir una cuenta a su nombre hasta 1975. La ley no permitía que una mujer fuera la única titular de una cuenta sin el permiso y autorización de su marido, padre o tutor.
Si antes de casarse una mujer tenía que estar supeditada a su padre, al casarse quedaba a expensas de la disposición del marido. Esta licencia marital se eliminó en 1975 y es a partir de entonces cuando las mujeres pudieron comprar por sí mismas y sin autorización de ningún hombre bienes inmuebles
De la misma manera, una mujer tampoco podía obtener un DNI o un pasaporte sin el permiso de su marido.
5. Mujeres soldado
En 1930 una mujer no podía ni soñar con unirse a las fuerzas armadas. En 1948 pudieron comenzar a hacerlo las mujeres norteamericanas, mientras que las españolas tuvieron que esperar pacientemente hasta 1979.
6. Fumar en público
En la década de 1930, que una mujer fumase en público estaba mal visto, ya que se relacionaba el tabaco con la masculinidad.
7. Movimiento feminista
A su vez, 1930 fue el inicio de un poderoso movimiento feminista que fue de la mano del movimiento obrero y que sentó los precedentes de una época de cambios muy relevantes para las mujeres. Además, de 1900 a 1930, la educación femenina creció a niveles inesperados y la alfabetización se duplicó.