Enric Auquer en 'El maestro que prometió el mar' y su brillante alegato por la infancia
- La nueva película de Patricia Font rastrea el legado de un inusual profesor de la Segunda República
- RTVE Play estrena un clip en exclusivo sobre uno de los momentos claves del filme
- El maestro que prometió el mar llega a los cines este 10 de noviembre
El ganador de un Goya, Enric Auquer protagoniza El maestro que prometió el mar (2023), la nueva película dirigida por Patricia Font, que rescata la historia real de Antoni Benaiges, un profesor de primaria de la Segunda República que se empeñó en defender una pedagogía pionera, emancipadora y que protegia la infancia. El actor se mete aquí en la piel de un hombre que luchó por una educación comprometida y transformadora cuyo cuerpo, aún desaparecio, acabó sepulado en una fosa común tras la llegada de las tropas afines al bando fascista y la posterior dictadura.
Procedente de Mont-Roig del Camp (Tarragona), poco antes de que estallará la Guerra Civil fue destinado a la escuela de Bañuelos de Bureba, un pequeño pueblo de Burgos. El maestro que prometió el mar, película participada por RTVE que llegará a los cines el 10 de noviembre, entrelaza pasado y presente a través de dos tramas que construyen un relato sobre la memoria y la importancia de no dejar caer en el olvido nuestra historia reciente. La película, que se presentó en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI), dentro de la Sección Oficial fuera de concurso, está basada en el libro Desenterrando el silencio: Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar" de Francesc Escribano (Editorial Blume).
"Los niños tienen que ser niños"
En el clip exclusivo que avanza RTVE Play, se rescata una de las escenas más luminosas del personaje al que da vida Auquer. En ella, escuchamos a este "raro maestro" defender una de sus grandes premisas pedagógicas. "Dicen que la escuela nos ayuda a hacernos adultos, desde mi opinión los alumnos tienen que aprender primero a ser niños. A nosotros no nos dejaron ser niños. Querían que fuéramos adultos cuanto antes para que dejáramos de ser una carga y mi labor como maestro aquí en Bañuelos, o en cualquier sitio del mundo, es precisamente impedir eso, porque los niños tienen que ser lo que ellos quieran, pero, sobre todo, tienen que ser niños".
Estos postulados partían de la base de confiar plenamente en las posibilidades de cada uno de los niños y de las niñas y darles voz. Sus alumnos crearon un trabajo cooperativo dentro del aula alrededor de la imprenta escolar, fabricando un diario escolar y unos cuadernos de forma periódica que se intercambiaban con otros pueblos donde también se estaban poniendo en práctica experiencias educativas parecidas.
Con la participación de Laia Costa
Además de la historia de Antoni, la trama de Ariadna (Laia Costa), una mujer que busca los restos de su bisabuelo desaparecido en la guerra. Con ella, El maestro que prometió el mar también pone en valor la lucha de tantas familias que todavía buscan a sus familiares enterrados anónimamente en fosas comunes y rinde homenaje a los maestros republicanos, en un relato emotivo y plenamente vigente.
Para su directora, la cinta reflexiona sobre las heridas heredadas de nuestros antepasados. "En el film, los hechos que suceden en el pasado tienen consecuencias sobre los personajes del presente y la relación entre ellos. Ariadna, que ha crecido con su abuelo y su madre en una casa de silencios y tabúes, es un personaje frágil y perdido que sufre ataques de ansiedad. Ahora su abuelo tiene demencia senil y ya no es capaz de explicar su infancia ni por qué decidió silenciarla". Un relato que gira entorno a la memoria, tanto a la pérdida de ella como a la importancia de mantenerla.
"Todo el universo de Ariadna, frío, apático, rodeado de muerte y olvido, se contrapone al del maestro Antoni, personaje idealista y entusiasta cuyo entorno, pese a las vicisitudes con las que se encuentra en el pueblo, es vitalista y está rodeado de niños e ilusiones. Hay dos historias muy diferentes dentro del mismo film y ha sido un reto encontrar la manera de que convivan", concluye Patricia Font.