Herminia vuelve a emocionarnos al despedirse de sus nietos en 'Cuéntame cómo pasó'

• En Herminia. El legado, la abuela de los Alcántara ha decidido que ya ha llegado su momento: "El cuerpo me pide tierra"
• El personaje de María Galiana aprovecha la boda de su nieta para despedirse de María, Inés y Toni
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Herminia se despide de sus nietos

Herminia está preparando a todos para su marcha definitiva. Como ella misma dice, con esa serenidad que siempre la ha acompañado en los momentos importantes de su vida, “el cuerpo me pide tierra”. Confiesa ante Mercedes, impotente por no poder impedirlo, que quiere decidir cuándo se va. Y quiere que sea en Sagrillas, en su pueblo, donde decir adiós a toda una vida… y a su familia. Ya la vimos salir de San Genaro, despidiéndose con la mirada y el corazón de su barrio y de todos los que ya no están.

Se ha ido despidiendo de Mercedes y de Antonio, que, muy tristes, no pueden más que aceptar su voluntad. También lo ha hecho de sus nietos y bisnietos, en mitad del banquete de la boda de María y Jorge, en un ambiente de alegría para casi todos. Mientras la mayoría, ajena a la tragedia que se acerca, celebra la boda de la pequeña Alcántara, Herminia dice adiós a sus nietos, sin que estos sean conscientes del mensaje real que esconden esas sinceras palabras de amor. Lo hace sin dramatismo, serena y consciente de lo que hace y dice. Sensata y consecuente, como ha sido Herminia durante toda su vida.

Sin grandilocuencias ni palabras huecas. Hablando y callando cuando había que hacerlo. Como solo ella sabe hacer.

Herminia pide a María que sea valiente y libre

Herminia dedica un precioso mensaje de amor a María, su nieta pequeña, en el que debería ser uno de los días más felices de su vida: su boda. Un consejo breve, pero muy importante: que sea libre e independiente. Unas palabras de abuela a nieta, pero, sobre todo, de mujer a mujer, en el que también incluye a Jorge, su flamante nieto político. Eso tiene un nombre: Sororidad. Porque, antes de que esa palabra entrara en el diccionario de la Real Academia de la Lengua y en nuestro vocabulario cotidiano, Herminia ya la inculcaba a su hija y nietas. Muy avanzada siempre, a pesar de sus años.

Cuéntame cómo pasó - Herminia pide a María que sea valiente y libre

Para Herminia Inés es distinta y especial

Inés, ajena también al doloroso momento que espera a toda la familia, recibe, igualmente, el inmenso cariño de su abuela. Herminia se despide con infinita ternura y pocas palabras. Le regala un beso y un te quiero mucho, que concentran los sentimientos que siente por su nieta, a la que considera “distinta, por eso eres especial, por algo eres la artista de la familia”. Antes de separarse, demostrando una vez más que es una mujer moderna, Herminia anima a su nieta a que se lleve “una alegría para el cuerpo” cuando el tío de Jorge muestra interés por ella.

Cuéntame cómo pasó - Para Herminia Inés es distinta y especial

Herminia habla con Toni de la familia, el trabajo… y el amor

Toni es el siguiente nieto en hablar con Herminia, sin saber que esa breve conversación encierra algo más que palabras sobre las familias políticas, el trabajo y el amor. La abuela le sitúa frente a un espejo imaginario, haciéndole ver cuáles son las prioridades de la vida y la importancia del amor en la pareja… y también entre hermanos, porque los hijos de Antonio y Mercedes continúan distanciados por la dichosa herencia.

Cuéntame cómo pasó - Herminia habla con Toni de la familia, el trabajo¿ y el amor

Ninguno de ellos sospecha qué esconden esas palabras que Herminia les ha dedicado. Los nietos desconocen qué pasa en esos momentos por la cabeza de su abuela. Tampoco Oriol y Santi imaginan que su bisabuela les está expresando muchísimo más de lo que ha verbalizado. Les ha hablado a todos con el corazón. Mirando hacia atrás, pero, sobre todo, hacia adelante. Hacia la vida que les queda a todos ante sí. Lástima que nosotros no podamos decirles nada. La semana que viene, desgraciadamente, estas palabras adquirirán su verdadero sentido. Y nosotros, también estaremos junto a todos ellos, acompañándolos en una despedida que nunca nos habría gustado presenciar. ¡Ay, Señor, Señor! ¿Cómo vamos a poder soportar tanta tristeza?