Ángel Palacios, chef invidente: "La cocina es pura generosidad"
- El riojano lidera el proyecto 'Cocinar a ciegas', en el que enseña técnicas de cocina a personas con discapacidad visual
- El cocinero ciego, que ha trabajado en restaurantes con estrellas Michelín, destaca la labor de su equipo en el programa 'De Seda y Hierro'
¿Es fácil coger un cuchillo y picar cebolla cuando no ves absolutamente nada? Cruzar esa barrera del miedo es el punto de inflexión para empezar a desenvolverse entre sartenes, cuchillos y fogones y conseguir disfrutar de la cocina aún siendo invidente. El riojano Ángel Palacios lidera el proyecto ‘Cocinar a ciegas’, un proyecto revolucionario que busca enseñar las artes culinarias a personas con discapacidad visual.
Ángel, con un entusiasmo contagioso, se erige como un gran chef. Su dedicación a la inclusión y su habilidad para inspirar a otros, transforman la cocina en un escenario donde las limitaciones se desvanecen, dejando espacio para el talento y la creatividad. “Yo esto lo hago por puro egoísmo” -afirma el cocinero- porque su equipo “me insufla una fuerza y una energía bárbara”. “Yo tengo al mejor equipo de cocina del mundo. He tenido la suerte de que a esta cocina vengan cocineros de renombre internacional y cuando los ven funcionar se quedan asombrados de cómo se mueven, cómo trabajan, cómo funcionan como equipo”, explica el chef en el capítulo ‘Brillar en la oscuridad’ del programa ‘De Seda y Hierro’.
No en vano, este riojano trabajó en el restaurante Íkaro, que cuenta con una estrella Michelín. Y tras su paso por este prestigioso local culinario, siguió su andadura por otros restaurantes que también forman parte de este prestigioso firmamento. “He conocido a gente en la cocina con un valor bárbaro. La cocina es pura generosidad, nadie cocina para sí mismo, todos cocinamos para los demás y creo que ‘Cocinar a ciegas’ muestra estos valores muy claros”, afirma Ángel .
Técnicas de cocina: más allá de la vista
‘Cocinar a ciegas’ va más allá de la mera enseñanza de recetas. Ángel Palacios y su equipo han desarrollado técnicas adaptadas que permiten a los participantes familiarizarse con la cocina de manera táctil y sensorial. Desde la correcta medición de ingredientes hasta la manipulación segura de utensilios. De esta manera, la asociación demuestra que la cocina es un arte accesible para todos, donde la ilusión, las ganas de aprender y el compañerismo son los ingredientes claves del éxito. Así lo explica Mariví, una de las participantes del proyecto: “Somos una familia, lo compartimos todo y, sobre todo, aprendemos mucho de los trucos que nos enseña Ángel, la cocina que podemos hacer. Es como si no hubiese límites para nosotros”.
Los mejores vinos para una comida exquisita
Pero una buena comida siempre tiene que estar regada por un vino de igual calidad. La enóloga de ‘Cocinar a ciegas’ es Laura Ruíz. Se quedó ciega y tuvo que dejar de ejercer su profesión aunque ella dice que “me queda el resquicio de beber vino”. Frente a un enólogo que no tenga un déficit visual, “juego con desventaja” porque “primero no puedo ver el vino que me estoy bebiendo, ni siquiera si es blanco o tinto, ni la marca, ni la etiqueta donde viene la denominación de origen”. Sin embargo, Laura superó el “revolcón” -como ella dice- y “me di cuenta de que no era ni tan feliz como creía ni esta vida es tan mala”.
En ‘Cocinar a ciegas’ la ilusión es el ingrediente secreto que condimenta cada receta. Los participantes, con una valentía que desafía la oscuridad, se sumergen en el mundo de las texturas, aromas y sabores. La luz de la ilusión guía sus manos mientras cortan y mezclan ingredientes, condimentan y crean platos exquisitos en una cocina sin barreras.