La extraña familia de la escritora Veronica Raimo en "Nada es verdad"

• Nada es verdad narra cómo es crecer en una excéntrica familia de un barrio cualquiera de Roma
• Veronica Raimo crea un divertido y feroz retrato generacional sobre vínculos y pérdidas

Página Dos entrevista a la escritora italiana Veronica Raimo, ganadora del prestigioso premio Strega Giovani por "Nada es verdad"

Veronica Raimo pasó su infancia y adolescencia en un barrio de Roma junto con su excéntrica familia: una madre omnipresente que vive permanentemente angustiada, un padre lleno de estrafalarias obsesiones y un hermano mayor casi perfecto que es el centro de toda la atención. Ganadora del Premio Strega Giovani y un fenómeno editorial en Italia, Nada es verdad (Libros del Asteroide) es un retrato generacional feroz de esa bendición o maldición que es la familia.

Autoficción, sí, pero sin rastro de épica, de querer quedar bien, de adornar los recuerdos. Raimo lo explica todo con franqueza, humor y velocidad, y el libro se lee de un tirón, sonriendo y asintiendo (la infancia en los ochenta de España o Italia resultan bastante parecidas).

«Hacía poco que mi hermano era concejal de Cultura del tercer distrito de Roma y de vez en cuando se producían escaramuzas con sus compañeros de partido. No debes pelearte con nadie, le aconsejaba mi madre. Mamá, yo no me peleo, hago política. Como quieras, pero luego haced las paces.»

La autora, nacida en Roma en 1978, es también guionista (escribió la película Bella addormentata, dirigida por Marco Bellocchio) y traductora de autores como F. Scott Fitzgerald, Ray Bradbury u Octavia E. Butler.

Miradas de cerca, todas las familias son raras. Lo demuestran Gerard Durrell, David Sedaris, Alan Moore, Douglas Coupland, Deborah Eisenberg, Robert Crumb, Gilbert Hernández o Alison Bechdel. No sabemos si sus recuerdos ocurrieron así, o si no han dejado que la verdad se interpusiera en una buena historia. Nada es verdad rebosa inteligencia y nos recuerda el valor terapéutico de la comedia.