El proteo, uno de los animales subterráneos más fascinantes
- El anfibio más longevo del mundo puede superar los 100 años de vida
- El capítulo ‘Subterráneos’ de ‘¡Qué Animal!’ va en busca de las especies más sorprendentes del mundo que hay bajo tierra
El mundo subterráneo esconde una fauna sorprendente. Las condiciones particulares de estos entornos, el aislamiento de muchos hábitats y la dificultad de estudiarlos hace que cada año aparezcan nuevas especies con características inimaginables. La mayoría de animales que viven en el subsuelo son invertebrados, sobre todo, insectos y gusanos. Sin embargo, uno de los que tiene unas condiciones más espectaculares es un anfibio, el proteo.
Un animal para el que no pasa el tiempo
El proteo habita en cuevas acuáticas de la costa del Adriático y mide entre 20 y 30 centímetros. Su alta longevidad es uno de los aspectos que más interesa a la comunidad científica. De hecho, es el anfibio con una esperanza de vida más alta, junto a la salamandra gigante de Japón, un animal que puede llegar a pesar mil veces más. Se estima que algunos especímenes de proteo alcanzan los 100 años, con lo que las investigaciones sobre su biología molecular podrían ser muy útiles para ralentizar el envejecimiento.
El proteo no llega a la madurez sexual hasta los 15 años de vida y no muestra signos de deterioro hasta los 80. Es decir, que los individuos de entre 15 y más de 70 años son difíciles de distinguir a simple vista.
Otro de los aspectos increíbles de este animal subterráneo es su capacidad para aguantar sin respirar ni comer. El proteo puede aguantar la respiración durante tres días seguidos. En cuanto a ingesta de alimento, la cifra es todavía más sorprendente. Proteus anguinus puede estar hasta diez años viviendo solo de las reservas de grasa que acumula en periodos de mayor abundancia.
Como la mayoría de animales subterráneos, el proteo está adaptado a las condiciones húmedas y con muy poca luz de estos hábitats. Es ciego y carece de pigmentación. Su piel está cubierta de fotorreceptores, lo que le permite captar la poca luz que hay en las cuevas. Tiene muy desarrollado el gusto y el oído. Cuenta con unas orejas internas que le permiten captar una gran cantidad de sonidos. Su sistema de respiración se basa en sus branquias y unos pulmones muy poco desarrollados.
Uno de los primeros animales subterráneos encontrados
El proteo cuenta también con la fama de ser una de las primeras especies del subsuelo encontradas. La primera cita data de 1689, cuando el noble científico Johann Weikhard von Valvasor publicó un libro en el que identificaba unos “bebés de dragón”.
El nombre de proteo viene de la primera investigación que se publicó unos años después. Erróneamente, el austríaco J. N. Laurenti lo catalogó como una especie nadadora de superficie al realizar el estudio sin conocer el hábitat del que provenía. Esa condición y su particular aspecto le llevó a ponerle el nombre de uno de los dioses griegos del mar que tenía la capacidad de adoptar cualquier forma.