'Más allá del jardín': Antonio Gala no quería a Concha Velasco por este cruel motivo
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Más allá del jardín es una de las películas más especiales del cine español. Cuenta con un reparto de lujo repleto de grandes actores, una banda sonora soberbia, una fotografía que regala imágenes preciosas y una historia firmada por Antonio Gala. El título hace referencia a la vida que hay más allá de nuestras paredes, las de casa y las del corazón, e invita a las mujeres a romper con lo que no les gusta, a transgredir. "El camino de la felicidad comienza con la búsqueda de uno mismo, con el desenmascaramiento. Hay que salir fuera y transgredir las normas de la moral, que no son otra cosa que la higiene social", decía el escritor. Y eso es lo que hace la protagonista, Palmira Gadea: una palmera que logra sacar sus raíces del suelo e ir más allá del jardín en el que ha estado plantada. Un jardín bello por fuera, no tanto por dentro.
Palmira lleva 25 años casada y descubre todo lo que su familia le ha estado ocultando: su marido le es infiel con una mujer más joven, su hija está embarazada de un hombre al que ella no conoce y su hijo, que acaba de morir en un accidente, escondía su homosexualidad. Ella, que pertenece a la aristocracia andaluza y llegó a plantearse seriamente ser monja, vuelve a romper barreras y sale más allá de su jardín para reencontrarse con el amor, pero también con la muerte.
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Un reparto estelar, españoles e italianos
El peso de toda la película recae en la actriz vallisoletana, que está muy bien acompañada. Actrices y actores de tres generaciones conforman el universo emocional de Palmira Gadea y entre todos destaca Mary Carrillo, como Ama. Junto a ellas están: Fernando Guillén, Ingrid Rubio, Maribel Quiñones 'Martirio', Manuel Bandera, Miguel Hermoso, Goya Toledo, Mercedes Alonso, Carmen de la Maza, María Galiana... Además, destaca la presencia de dos actores italianos, Giancarlo Giannini (una de las estrellas más internacionales de cine italiano) y Andrea Occhipinti.
Para Ingrid Rubio fue su segundo papel importante tras hacer Taxi de Carlos Saura. Esta película también es una de las pocas oportunidades que tenemos para ver a Maribel Quiñones, conocida artísticamente como Martirio, en su faceta de actriz: tras esta película hizo Al sur de Granada e Iris.
¿Palmira con acento francés?
Cuando Velasco aceptó el papel de Palmira Gadea, en 1996, llevaba años evitando el cine. Desde Esquilache, rodada en 1986, había pisado el freno y tan solo aceptó hacer Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, dirigida por su amigo José Sacristán. Pero la insistencia de Pedro Olea fue decisiva para decir que sí a este personaje tan complejo y arriesgado, todo un reto para una actriz, por dos motivos. A nivel interpretativo y a nivel personal, porque había que lidiar con Antonio Gala. Así lo contaba ella en Imprescindibles de RTVE.
"Me entero de que va a hacer Pedro Olea la película y me dice yo quiero contratarte, pero no quiere Antonio Gala. Y yo digo: ¡Pero cómo que no quiere! ¡Yo he hecho cinco obras de Antonio Gala con éxito maravilloso, escritas para mí! Pero él decide que no, él quiere a Catherine Deneuve y cuando le preguntan 'qué te parece Concha Velasco' él dice '¡un horror! hay que ver cómo va esa mujer. Pero ahí entra Alcaine. Los directores de fotografía han sido muy importantes en mi vida. Él me hizo unas pruebas de fotografía que no se puede estar más guapa, porque decía Antonio Gala: ¡Pero cómo va a estar Concha Velasco, la artista más completa de España, en África sin pintar! ¡Si esa mujer va a pintar a todas partes! Pero me hicieron esas pruebas y al final me dieron el papel". Hoy nadie se imagina a Palmira Gadea con otros rasgos y otra voz que no sea la de Concha Velasco.
Un papel muy arriesgado
El guion tiene escenas sensuales y otras sexuales. Una de ellas es una masturbación, que está rodada con elegancia, envuelta en un juego de luces y sombras que dejan volar la imaginación sin tener que mostrar nada. Luego están las atrevidas escenas de sexo que Concha Velasco interpreta junto a Manuel Bandera, de nuevo rodadas con mimo, cuidado y elegancia gracias al talento de José Luis Alcaine.
Resulta curioso que la actriz vallisoletana se entregara en cuerpo y alma a este personaje cuando años atrás se negó a hacer Amantes de Vicente Aranda El personaje de Luisa, que recayó finalmente en Victoria Abril, tenía demasiada carga sexual y los hijos de la actriz le habían pedido que no hiciera ese tipo de cine.
Y el Goya es...
La película tuvo muy buena recepción y recibió cinco nominaciones a los Premios Goya: Mejor actriz protagonista, para Concha Velasco; mejor actriz de reparto, para Mari Carrillo; mejor actriz revelación, para Íngrid Rubio; mejor guion adaptado, para Mario Camus; y mejor dirección de producción, para Carmen Martínez. En la gala, dirigida por Pilar Miró y presentada por Carmen Maura y Juanjo Puigcorbé, arrasaron Tesis y El perro del hortelano, pero Mari Carrillo e Ingrid Rubio se llevaron sus cabezones. El Goya a mejor actriz estaba muy reñido. Concha Velasco competía contra Emma Suárez y Ana Torrent, y fue Emma Suárez la ganadora.
Una banda sonora de Oscar
El director Pedro Olea supo rodearse de lo mejor y de los mejores. Mario Camus se encargó del guion, basándose en la obra de Antonio Gala. La fotografía es de José Luis Alcaine, un peso pesado de la industria cinematográfica. Hay que hacer una mención especial a la banda sonora, firmada por Nicola Piovani. El compositor italiano es famoso por musicalizar películas tan aclamadas como La habitación del hijo, de Nanni Moretti, y La vida es bella, de Roberto Benigni, por la que ganó el Oscar a mejor banda sonora. Dos grupos míticos de las sevillanas ponen música y voz en algunas de las escenas festivas de la película, son Cantores de Híspalis y Los Marismeños.