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La deuda con Hacienda que provocó la caída de Lola Flores

Noticia Lazos de sangre 
  • Pedían dos años y medio de prisión para La Faraona por no presentar su declaración entre 1982 y 1985
  • La gente llegó a arrojarle pesetas por la calle y ya estaba enferma, pero logró remontar su carrera

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La deuda con Hacienda que casi derribó a Lola Flores

Lola Flores provenía de una familia humilde de Jerez de la Frontera. Los suyos apostaron todo por la carrera de la actriz, que construyó su fama y su dinero desde cero. La Faraona tuvo que escalar con mucho sudor cada paso que daba hasta la cima. Por eso, cuando llegó, disfrutó de su dinero con plena libertad.

Esto no implica sólo que le gustasen los vestidos, las joyas y el ocasional divertimento en el casino o en el bingo, que también. Sino que, según cuentan todos quienes la conocieron bien, fue muy generosa con todas las personas que tenía alrededor. "Tenía un agujero en la mano", dice su hermana Carmen. "Soltaba el dinero como nada... si alguien en la calle tenía frío, se quitaba la chaqueta y se la daba".

Lo cuenta en Lazos de sangre su hija Lolita: "Yo me he enterado con el tiempo de que mi madre ayudaba a mucha gente. Pero me he enterado cuando ella ha faltado, porque se me ha acercado la gente a decirme: yo tengo casa gracias a tu madre".

"Tenemos vidas de millonarios sin serlo"

La Faraona abordó su relación con la fortuna en La luna, el programa de Julia Otero de TVE, en 1989. "Como no voy a ser la más rica del cementerio, soy una mujer que gozo teniendo la nevera llena y dando de comer a todo el que llegue a mi casa. He vivido muy bien, porque tú sabes que los artistas tenemos vidas de millonarios sin serlo. Vamos a los mejores hoteles porque nos invitan, nos pagan los viajes..."

Además de su música y sus actuaciones, La Faraona hizo de la prensa un instrumento más para ganar dinero. En algunos casos, de formas que nunca quiso aceptar públicamente. Notoriamente en contra de mostrar su cuerpo desnudo ("ni las 'chachai' ni el 'parrús', dijo icónicamente), Lola Flores siempre negó haber pactado un posado con Interviú. Pero el documental de Lazos de sangre da testimonio del modo en que la artista negoció con la revista para conseguir el dinero suficiente como para justificar una concesión tan extrema.

La cantante Lola Flores posando en Madrid

La cantante Lola Flores posando en Madrid

La artista fue mucho más que un ídolo. Se convirtió en un icono nacional. El polémico desnudo del que siempre renegó vendió más de un millón de ejemplares, y nunca paró de hacer conciertos y galas. Esto la puso en el punto de mira de la Hacienda pública.

Los problemas con Hacienda que casi la derriban

En 1987, Hacienda investigó a La Faraona por no haber presentado su declaración entre 1982 y 1985. Debía 28 millones de pesetas. Pero el fiscal solicitó dos años y un mes de prisión, una multa de 96 millones de pesetas y una indemnización de 50 millones.

Según su hija Lolita, su madre sentó un modelo. "La tomaron como conejillo de indias: si pagaba Lola Flores, tenían que pagar los que vinieran detrás". La Faraona consideró todo el proceso una injusticia. "Ella no quería hablar del tema. Creía que siendo quien era no debería ser perseguida, incluso que debía tener algún tipo de discriminación positiva, dice Julia Otero. La periodista entrevistó a La Faraona y le preguntó por el proceso judicial.

"Hay que ponerlo en su contexto", añade. "Estábamos en un momento en el que todavía faltaba consolidar la idea de que los impuestos hay que pagarlos porque de ellos sale después todo el estado social".

Su representante, Mariola Orellana, la responsabilidad debía recaer en quien se encargase en aquel momento de gestionar sus finanzas. "Ella tenía una persona que le llevaba todas esas cosas; las cuentas no le gustaban mucho", dice su hermana Carmen en Lazos de sangre.

Lola Flores y Rocío Jurado mantuvieron una excelente relación

Lola Flores y Rocío Jurado mantuvieron una excelente relación RTVE

La gente le tiraba pesetas con desprecio

Con unas polémicas declaraciones, la artista perdió el favor de su público. Ante las cámaras dijo lo siguiente: "Yo a veces pienso, si una peseta diera cada español, no a mí, a quien tienen que darla, quizá saldría de la deuda y después yo, no sé, me iría al estadio con todos los que han dado esa peseta o esas diez pesetas para tomar una copa con ellos y llorar de alegría".

Hubo gente que se lo tomó mal y, según cuenta su hija Lolita, le tiraban desde el coche sus pesetas "de muy mala manera".

El pago de la deuda y el renacer de Lola Flores

En 1991, una sentencia judicial falló que La Faraona debía devolver todo lo no pagado, resolución con la cuál la artista se mostró conforme. "Voy a pagar los 28 millones, porque eso era lo que realmente debería. Sí, estoy satisfecha. Yo quiero que me dejen en paz. Los voy a pagar, gracias a Dios, porque el trabajo no me falta, y que no se acuerden más de mí".

Lola Flores vendió el terreno que poseía en la Cuesta de las Perdices, en Madrid, y empezó a trabajar más. Según algunos de sus conocidos, más de lo que debía haber trabajado en los últimos años de su vida. El público atendió sus espectáculos y sus programas de televisión y La Faraona renació de sus cenizas, pero tenía una llama que la estaba consumiendo desde dentro: su enfermedad, de la que nunca se operó y con la que vivió 20 años.

En el programa Queridos cómicos, en 1993, declaró: "Los políticos que me han hecho daño serán sustituidos, pero yo no tengo sustituta".