Raquel Santacruz, sobreviviente del suicidio: "La vida merece la pena vivirla, con lo bueno y con lo malo"
- Raquel Santacruz y Paloma Tudón cuentan en 'De Seda y Hierro' cómo han cambiado sus vidas tras su intento de suicidio
- Los supervivientes, familiares que perdieron a sus seres queridos, crean asociaciones para prevenir muertes innecesarias
¿Hablamos de suicidio? La salud mental es una cuestión que, durante mucho tiempo, ha sido relegada al ostracismo en la sociedad. La vergüenza y el miedo al estigma de lo que, popularmente se llama locura, hace que muchas personas que viven en un pozo de oscuridad sean incapaces de pedir ayuda. Hoy en España se suicidan una media de 11 personas al día. Sin embargo, poco a poco se van rompiendo las barreras de la autocensura y son más los sobrevivientes del suicidio los que deciden contar su experiencia.
Sara se suicidó cuando tenía 20 años. “Señales no dio ninguna. Al revés, toda la gente que la conocía quedó sorprendida porque era una niña que la quería todo el mundo, allá donde iba hacía amigos”, cuenta su padre, Javier Jiménez, en un desgarrador testimonio. Decidió marcharse el mismo día que su madre, que murió a causa de un cáncer, pero 14 años antes. Javier describe a su hija en el capítulo ‘Romper el silencio’ de De Seda y Hierro como una joven llena de vida, talentosa y apasionada por el baile y la pintura. Sin embargo, detrás de esa fachada de felicidad, Sara llevaba consigo una carga invisible de angustia emocional que finalmente la condujo a quitarse la vida.
Raquel Santacruz y Paloma Tudón se vieron atrapadas en ese mismo pensamiento pero lo lograron esquivar. Dos mujeres valientes que encontraron la fuerza para seguir adelante y lo cuentan con absoluta naturalidad en el programa De Seda y Hierro. “A día de hoy pienso que estoy fenomenal. Hoy por hoy creo que nunca más volvería a hacerlo, ni se me pasa por la cabeza en ningún momento”, cuenta Raquel porque -continúa- “la vida merece la pena vivirla con todo lo que conlleva, con lo bueno y con lo malo, todo es un aprendizaje”.
La importancia de buscar ayuda
La salud mental es tan vital como la física, y es crucial tender una mano amiga, escuchar sin juicio y ofrecer apoyo cuando alguien lo necesita. “El teatro me acabó de curar”, cuenta Raquel, pero además, acudió a un psicólogo y de él destaca unas palabras: “yo no te juzgo”. “Poco a poco me enseñó a gestionar mis problemas porque a los problemas hay que enfrentarlos, no puedes huir o esconderte, hay que enfrentarlos de una manera sana y natural”, explica.
Para Paloma el fútbol fue una vía de escape a su situación. Además, Paloma asegura que “de ir al psicólogo he aprendido que hay que dejar el orgullo atrás y que hablar con una persona no te hace más débil. Ir al psicólogo es ir a un sitio donde te vas a sentir feliz, a gusto y donde te van a ayudar”.
Además, para ambas, tener a su lado a sus parejas ha sido un grandioso motivo para aferrarse con fuerza a su vida.
Siempre hay ayuda para quien la necesita. Silvia Melero perdió a su hermana con 36 años y desde entonces ayuda a otras personas a atravesar el duelo de la pérdida de un ser querido pero también a saber gestionar las emociones a través de la asociación Luto en Colores. Silvia crea espacios de diálogo con el objetivo de evitar muertes, contando su experiencia, escuchando a los demás y ofreciéndoles herramientas para reconocer y entender sus sentimientos. “Una de las cosas que más he escuchado a las personas en duelo es decir: no pensaba que era tan fuerte” porque “el duelo es un proceso natural que todas las personas podemos sostener aunque creamos que no”, afirma Silvia.
Javier también creó la asociación Sara Jiménez, el nombre de su hija. “No podemos mirar hacia otro lado”, afirma y, por eso, tiende su mano a jóvenes en riesgo.
Si necesitas ayuda aquí te dejamos algunos contactos que, seguro, te servirán:
-Línea de atención a las conductas suicidas: 024
-Teléfono de la Esperanza: 71003717
-Servicio de Emergencias: 112
-Asociación La Barandilla: 911385385