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La película con la que Jonás Trueba sedujo a todos los "intensos" (y a ti también)

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Somos cine - Todas las canciones hablan de mí

Aprender de una ruptura, romper los clichés de las películas de amor y darnos una de las parejas más memorables del cine español. En Todas las canciones hablan de mí (2010), el delicioso debut de Jonás Trueba, el cineasta construye un discurso lleno de naturalidad, contado de forma sencilla y bella, con la música de Nacho Vegas envolviéndolo todo. Una comedia romántica que aterriza en RTVE Play protagonizada por Oriol Vila, Bárbara Lennie y Ramón Fontserè, en la que no se habla sobre el amor, sino sobre superar el desamor.

Ésta es la difícil historia de un chico, Ramiro, que trata de olvidar a una chica, Andrea, sobre todo porque ella, de la que se acaba de separar, vuelve a su memoria una y otra vez asociada a todos los recuerdos de su vida. La situación llega a tal punto que el chico tiene la sensación de que todas las canciones de amor hablan de ella.

¿Se puede aprender de una ruptura? 'Todas las canciones hablan de mí' (2010)

¿Se puede aprender de una ruptura? 'Todas las canciones hablan de mí' (2010)

Literatura, amor y Nacho Vegas

Enamorarse de una persona es inventarse mundos. Con su propio lenguaje, sus propios libros y, por supuesto, las canciones que terminarán por quedar asociadas por siempre a ellas. El personaje de Todas las canciones hablan de mí trata de olvidar a Andrea con nuevas conquistas, con nuevas historias y una nueva banda sonora. Así se cuelan las inquietudes literarias y musicales del director. Jonás nos presenta una juventud con un punto de romanticismo, anclada en librerías antiguas. Kundera, Pessoa, Alejandra Pizarnik. Música de Nacho Vegas, de Bill Evans o de Franco Battiato.

Jonás Trueba dirigió 'Todas las canciones hablan de mí' en 2013, su debut como director

Una película libro

Era tal y como ideó Jonás la construcción de la historia. Una película que pudiese leerse, saltando de línea. Viajando de forma atemporal por los recuerdos. “Quería hacer una película que funcionase de forma fluida por asociación de ideas, pero sin una línea narrativa clara para poder pasar del presente al pasado en la relación de la pareja, al igual que en una novela, en un mismo párrafo, se puede transitar el tiempo”, explicaba en Días de Cine.

'Todas las canciones hablan de mí' (2010)

'Todas las canciones hablan de mí' (2010)

La improvisación

Sobre el guion, Jonás Trueba permitió a sus actores poder jugar en la construcción de sus personajes y en el devenir de algunas escenas. Al igual que, años más tarde, veríamos en Quién lo impide, donde la ficción y la realidad se mezclan, buscando una narrativa realista y orgánica, en Todas las canciones hablan de mí hay escenas, como el encuentro sexual entre los protagonistas, que tuvo cabida a la imporvisación.

"Decidíamos estirar un poco más la secuencia, a ver qué podía pasar, aguantar en el tiempo, en diálogos que después te dicen más de ellos de lo que te podías imaginar", comentaba en el coloquio de Versión Española. "Jonás se aprovecha mucho el estado físico y emocional del actor con el que esta trabajando, aprovecha la personalidad y sus estados de ánimo, no es tan académico, confía, pero tiene muy claro lo que le interesa y lo que no", apuntaba Oriol.