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¿Por qué Fernando VII ignoró a Napoleón cuando este le reconoció como rey de España?

  • Napoleón Bonaparte ofreció el trono a Fernando VII al final de la Guerra de Independencia
  • El rey llevó el absolutismo al extremo en un periodo convulso de la historia de España

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El Condensador de Fluzo - El rey Fernando VII y su orgullo

La Guerra de Independencia terminó en 1814 con la derrota de Napoleón Bonaparte, que significó el fin de la ocupación francesa en la Península y unas consecuencias devastadoras: 500.000 muertos, cosechas destrozadas, una industria textil desaparecida y una deuda que multiplicaba por veinte los ingresos anuales de España. Pero dentro de todas la desgracias que implicó el conflicto bélico, hay una anécdota más que curiosa: el desprecio de Fernando VII al emperador de los franceses.

La curiosa llegada al poder

En 1813, Napoleón ya se olía la derrota y reconoció a Fernando VII como nuevo soberano de España mediante el Tratado de Valençai. Solamente quedaba formalizarlo a través de la jura de Constitución y convertirse así en nuevo rey constitucional. Sin embargo, cuando todo estaba asumido y preparado, el orgullo del monarca le llevó a obtener la victoria por otra vía.

Fernando VII tenía una cosa muy clara: no iba a aceptar nada que se hubiera hecho en Cádiz

Ángel Bahamonde, catedrático emérito de Historia Contemporánea en la Universidad Carlos III de Madrid, explica en el 'Condensador de Fluzo' que Fernando VII tenía una cosa muy clara: no iba a aceptar nada que se hubiera hecho en Cádiz. En la ciudad andaluza se produjeron dos hechos trascendentales: la abolición del Antiguo Régimen y la Constitución de 1812, conocida como 'La Pepa'. Por este motivo, afirma Bahamonde, el monarca se negaba a viajar a la capital: "En vez de ir a Madrid a jurar la Constitución y proclamarse automáticamente rey, lo que hace es marcharse a Valencia y preparar un golpe de Estado".

Fernando VII en el Tratado de Valençay, 1813

Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España RTVE

Ganar bien o ganar mejor

El Manifiesto de los Persas significaba la sumisión total al monarca

¿Por qué decide Fernando VII no presentarse a la jura de bandera y opta por fraguar una conspiración? Por culpa de un documento. "Los diputados absolutistas elaboraron el Manifiesto de los Persas, que significaba la sumisión total al monarca, el restablecimiento del estado absoluto de origen divino", expone el catedrático de la Universidad Carlos III. Aunque Napoleón le entregaba en bandeja de plata las llaves del gobierno, el orgullo absolutista de 'El deseado' le llevó a anunciarse como nuevo rey a su manera.

El General Eguía culminó el golpe de Estado en Madrid en mayo de 1814, confirmando así la finalización del primer ciclo constitucional en España. El absolutismo de Fernando VII tuvo un sexenio y, posteriormente, una década de gobierno. La primera etapa del nuevo Rey Absoluto se extendió hasta 1820, año en que triunfó la Revolución tras el pronunciamiento de Rafael de Riego. Esto dio lugar al periodo del Trienio Liberal hasta 1823, donde el ejército francés de los Cien Mil Hijos de San Luis repusieron a Fernando VII como rey absoluto hasta 1833, año de su muerte. Tras la defunción del monarca, empezaría un nuevo trienio constitucional.