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Ramoncín, el cantante de rock madrileño al que Felipe González invitaba a jugar al billar

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Un país para escucharlo - Entrevista a Ramoncín

Chico de barrio, controvertido, polémico, amante del rock y del punk... así es Ramón Martínez Márquez, más conocido como Ramoncín. El hijo adoptivo de Vallecas, aunque curiosamente nunca ha vivido nunca allí, conversa con Ariel Rot, presentador de 'Un país para escucharlo', sobre su trayectoria. Y no lo hace en Vallecas, sino en el barrio madrileño Las Delicias.

Ramoncín, el hijo adoptivo de Vallecas

Yo nunca he vivido en Vallecas

“Las Delicias era un barrio de gente trabajadora, con inquietudes culturales,” apunta Ramoncín. Allí nació el cantante, que vivió con su abuelo y su tía, que hizo de madre porque la suya, que lo tuvo soltera, se marchó cuando tenía dos años y medio. Sin embargo, al artista siempre se le ha relacionado con el barrio madrileño de Vallecas porque es donde inició su carrera. “Yo nunca he vivido en Vallecas, me hicieron hijo adoptivo porque montamos un local de ensayos en un pesebre de una antigua vaquería allí”, dice entre risas el madrileño.

La irrupción del punk le aproximó a la música de verdad. En 1978, poco después de haber debutado en el Ateneo de Madrid, apareció su primer álbum, titulado 'Ramoncín & WC', y llegó su primer éxito: 'Rock and roll Duduá'. El cantante recuerda que la clave del éxito fue decirle a los chicos de su barrio: “Yo sé lo que hay que hacer. Hay que escribir canciones en castellano y escribir como hablamos en el barrio”.

Siempre en líos

Ramoncín era un joven punk con un rombo pintado en el ojo, que tiraba huevos al público y al que conocían como ‘el rey del pollo frito’. Era un provocador. Solo tenía 17 años cuando escribió ‘Marica de terciopelo’, pero había leído lo suficiente como para escribir aquellas letras. En una sociedad española en plena Transición, fue difícil que este tipo de temas se colasen en la mayoría de emisoras, pero se convirtieron en himnos juveniles gracias a los conciertos en directo.

'Marica de terciopelo' fue algo muy grande

“Recuerdo que tocamos en el teatro Barceló y luego tocamos en París en un club. A la vuelta, paramos en una estación de carretera. Cuando vi mi cara en todas las portadas de las revistas, no me lo podía creer. Ese concierto, la aparición con el rombo en el ojo cantando ‘Marica de terciopelo’, fue algo muy grande”, confiesa el cantante.

Fue precisamente esa canción, la que llamó la atención a grandes escritores como Gonzalo Torrente Ballester o Francisco Umbral, quien llamaba al cantante ‘poeta de la calle' y llegó a convertirse en su amigo. De hecho, en 1979 le escribió el prólogo de un libro de poemas que hizo el artista titulado 'Animal de ojos caídos'.

Ramoncín amaba la poesía. El dramaturgo Gonzalo Torrente Ballester, quien era asiduo a los conciertos del artista, escribió en el diario ‘Informaciones’ de Madrid que había leído un poema en métrica libre, refiriéndose a ‘Marica de terciopelo’, de un chico al que llaman Ramoncín y que hacía tiempo que una lectura no le impresionaba tanto.

El hijo adoptivo de Vallecas no solo tuvo relación con figuras de la cultura, sino también de la política como el expresidente socialista Felipe González, con el que comparte la afición por el billar y con quien jugaba a altas horas de la noche junto a otros personajes políticos ilustres en el Palacio de la Moncloa de Madrid.

Ramoncín, el cantante de rock madrileño en 'Un país para escucharlo'

Ramoncín, el cantante de rock madrileño en 'Un país para escucharlo'

Del punk al rock y a la Movida madrileña

En 1979 vio la luz ‘Barriobajero’, continuación perfecta de su trabajo de debut, con ventas casi similares al primero. Y en 1981 salió al mercado ‘Arañando la ciudad’, en el que su propuesta punk inicial iba dando paso a un rock más clásico. Entretanto, las nuevas formaciones de principios de los ochenta como ‘Radio Futura’, ‘La Mode’ o ‘Golpes Bajos’ se mostraban en general más preocupadas por la estética e interpretaban letras menos comprometidas. Así, en plena eclosión del pop español, los planteamientos de Ramoncín comenzaron a quedar un tanto desfasados. Sin embargo, sencillos como 'Hormigón, mujeres y alcohol' y 'Putney Bridge' se vendieron muy bien.

Un artista poliédrico

Acabada la etapa más creativa e innovadora de su carrera, los constantes cambios de sello discográfico acabaron perjudicando el resultado de trabajos como '¡Corta!' (1982), 'Ramoncinco' (1984) o 'La vida en el filo' (1986), entre otros. Precisamente, dentro de este último disco mencionado se incluye el tema 'Como un susurro' que interpreta Ramoncín junto a Gsuss, Jota Naranja y Varas en 'Un país para escucharlo'.

Un país para escucharlo - 'Como un susurro' con Ramoncín, Gsuss, Jota Naranja y Varas - Ver ahora

Cada vez más alejado de la música, comenzaron a ser frecuentes sus incursiones en la prensa o su presencia en diversos programas de televisión. Ramoncín se ha interesado también por otras manifestaciones artísticas, aparte de por la poesía. Participó como actor en las películas 'Verano infernal' y 'Rossa del bar'. En 1986 actuó y llevó la dirección musical de 'Negro seco'. Ya en los 90 publicó un diccionario del lenguaje de la calle, 'El tocho cheli' (1993), del que preparó una segunda edición, 'El tocho cheli II' (1996).

En 2001 lanzó un nuevo disco, 'Ángel de cuero', un recopilatorio en el que puede revisitarse su carrera musical a través de 25 canciones grabadas entre 1978 y 1990. En 2020 se hizo un documental sobre su biografía 'Una vida en el filo', pero contada por él mismo en una conversación telefónica.

Uno de sus últimos proyectos: un musical

El cantante encabeza el reparto de 'Los titanes', la producción musical sobre el origen de la humanidad según los griegos antiguos, que estrenó el pasado verano en el Teatro Romano de Mérida. “Yo había hecho teatro primero en la universidad y luego hice una obra en el 86, pero ya no había vuelto al teatro más”, comenta Ramoncín.

Cuando le ofrecieron trabajar en esta obra dudó en aceptar la propuesta. Sin embargo, ahora dice sentirse muy orgulloso "porque los que vivimos encima de un escenario no podemos ni debemos vivir en otro sitio."