La verdad tras las pirámides: desmontando el falso mito de los esclavos en Egipto
- El mito de los esclavos en las pirámides se desvanece al descubrir la complejidad de las relaciones laborales en la antigua sociedad egipcia
- En el antiguo Egipto, trabajar para el estado no equivalía a esclavitud, sino a una forma de servicio social bajo el poder absoluto del faraón
El egiptólogo Juan Manuel Galán desmiente en ‘El Condensador de Fluzo’ uno de los mitos más arraigados sobre la construcción de las pirámides en el Antiguo Egipto: la creencia de que fueron edificadas por esclavos. Antes de profundizar en la verdad detrás de su construcción, es importante aclarar que tampoco fueron obra de alienígenas, como sugieren algunos.
Los esclavos y las pirámides
Según las investigaciones, parece que las pirámides fueron erigidas principalmente por hombres libres, aunque en un sentido relativo, dado el contexto de la época alrededor del 2500 a.C. Excluyendo a la élite administrativa, compuesta por aquellos con habilidades de lectura y escritura, el resto de la población masculina estaba destinada a realizar trabajos sociales. Estos consistían en desempeñar las labores que determinaba el faraón y su administración y abarcaban diversas tareas: desde abrir canales de regadío hasta participar en expediciones a canteras, minas, viajes marítimos, servir en el ejército o incluso podían ser obligados a servir de mano de obra en la construcción de la gran pirámide del faraón.
Trabajar para el estado
La sociedad egipcia antigua no se limitaba a la dicotomía entre trabajo libre y esclavitud. Se encontraba en un espectro más amplio de relaciones laborales, lo que añadía complejidad a la dinámica entre individuos y las instituciones de la época. Analogías contemporáneas, como el servicio militar obligatorio en España hasta el 2001, ayudan a comprender que la mano de obra barata no equivalía necesariamente a esclavitud en el antiguo Egipto.
El poder absoluto del faraón
A pesar de trabajar para el estado a cambio de comida, ropa y otros beneficios, los egipcios no eran considerados esclavos debido al poder absoluto del faraón, quien gobernaba teocráticamente con el respaldo divino, por lo que todos eran sus súbditos. Incluso los prisioneros de guerra, aunque llegaban a Egipto privados de libertad, no eran tratados como esclavos permanentes. Trabajaban para el estado en diversas actividades y algunos lograban ascender socialmente, evidenciando que la esclavitud no era una práctica generalizada durante 3000 años de la historia egipcia.