Mar Romera, pedagoga: "Antes de los diez años, un niño nunca debería tener un dispositivo móvil"
- ¿Cómo gestiono el uso del móvil con mi hijo? Mar Romera nos da las claves para gestionar el uso de pantallas en menores
- Ya puedes ver la charla completa con Aina Clotet, 'El hematocrítico' y Mar Romera sobre crianza y colegio en 'Te crío mucho'
‘Te crío mucho’, cada domingo un nuevo episodio en RTVE Play y RTVE Audio.
En el consultorio del programa sobre crianza 'Te crío mucho' los expertos responde a tus preguntas. Mar Romera, maestra y pedagoga, colaboradora del primer episodio del video podcast ya disponible en RTVE Play, responde a una mamá de una niña de 6 años, preocupada por el uso de las pantallas y todos los problemas asociados a veces a los dispositivos digitales como el ciberacoso o la hipersexualización en las imágenes… ¿Qué se puede hacer en las diferentes etapas de crecimiento de los niños? ¿Cómo debemos regular el uso de pantallas en menores?
Ser ejemplo
La experta asegura que es necesario poner límites a la hora de permitir el uso de los dispositivos digitales. “Desde mi punto de vista, lo primero que deberíamos hacer los adultos es no utilizar pantallas delante de los peques, aunque sean bebés de 8, 10, 12 meses”.
Los adultos debemos dar ejemplo y recomienda no utilizar la pantalla mientras ellos y ellas comen o les estamos viendo jugar en el parque. “Las pantallas no se deben convertir en un elemento absolutamente imprescindible en cada segundo de nuestra vida. Porque los niños y las niñas nos aprenden a nosotros”.
Al menos, no antes de los 10 años
Mar Romera también apunta que debe haber un límite a la hora de ofrecer un dispositivo móvil de uso individualizado y que esto no debería ocurrir nunca antes de los diez años al menos. “Después de los diez años, cuando un dispositivo móvil llega a sus manos, como puede ser el teléfono, el niño o la niña, deben entender perfectamente que el teléfono no es suyo, el teléfono es de su padre o de su madre”, argumenta. Esto significa que “se lo prestamos para utilizar en determinado momento, pero no es ni su juguete ni su propiedad”.
Poner límites
Todas las pantallas deben gestionarse y utilizarse con límites, “porque el crecimiento neurológico de su cerebro en este momento no está preparado para asimilar todo este tipo de imágenes tan rápidas y con tan poco tiempo, tal y como se le presentan”.
La gestión de las pantallas genera situaciones complicadas, pero si los niños y niñas tienen una alternativa dentro de sus modelos de referencia, en sus padres, “es mucho más fácil de lo que parece”, concluye la pedagoga.
*Explora más contenidos relacionados con la crianza en el día a día de la maternidad y paternidad, en el video podcast 'Te crío mucho'.