¿Por qué Israel podrá participar en Eurovisión 2024?
- Muchas son las voces que han pedido el veto a Israel por su asedio en Gaza
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Israel lleva participando en el Festival de Eurovisión desde el año 73, siendo uno de los países que más victorias acapara. En 1978 obtuvieron su primer triunfo con “A-ba-ni-ni” de Izhar Cohen y Alphabeta y un año después, se volvieron a hacer con el micrófono de cristal gracias a “Hallelujah” de Gali Atari junto al grupo Milk & Honey. En el año 1998, Dana Internacional triunfó con su ya mítico “Diva”. Y la victoria más reciente fue en 2018, cuando Netta Barzilai ganó con “Toy”.
Aunque son más de 50 años de historia en este certamen europeo, la ofensiva israelí sobre Gaza ha llevado a muchas voces a exigir el veto a Israel, al igual que se hizo con Rusia tras la invasión de Ucrania. Y aunque, en 2022, la Unión Europea de Radiodifusión decidió expulsar a la televisión rusa de Eurovisión, con Israel ha tomado una decisión totalmente distinta.
En palabras de Luka, subdirector de Eurovisión Spain, “la argumentación que tiene la UER es curiosa. Al final, el Festival de Eurovisión es una competición de televisiones públicas que nada tienen que ver con los gobiernos, o eso dice la UER. Entonces, con esa argumentación defiende la participación de la televisión israelí en el Festival de Eurovisión”.
¿Por qué Israel puede participar y Rusia no?
La polémica está servida en el certamen de este año y las redes están que arden. ¿Cuál que es la diferencia con respecto a la decisión tomada hace dos años con Rusia? ¿Por qué Israel puede participar si la situación es similar? Por una razón económica. ¿Cuál es el motivo? “Israel es una de las televisiones que más dinero aporta”, ha indicado Luka en el programa de RNE El gallo que no Cesa.
Y en el caso de veto a Rusia, la UER argumentó “que la televisión pública ya había violado varias de las normas del reglamento de la UER ”, subraya. Y en consecuencia, a esas vulneraciones reiteradas, el organismo decidió expulsar a la televisión rusa.
En cambio, a ojos de la UER, el país de Oriente próximo “no incumple las normas del reglamento interno. Entonces no tienen motivos para expulsarle”, destaca. Sin embargo, según Luka, sí que estaría incumpliendo el reglamento porque “el gobierno israelí está utilizando la televisión para hacer propaganda política”.
Moroccanoil, otro de los culpables
Esta empresa, procedente de Israel, es una de las principales patrocinadoras de Eurovisión. “Es curioso porque la UER ha sacrificado, de alguna manera, su imagen corporativa en beneficio de Moroccanoil. Al final no sabías discernir si se trataba del festival de Eurovisión o de un festival de Moroccanoil. Porque el logotipo de este patrocinador israelí acaparaba todos los espacios”, confiesa Luka.
La muerte del soldado Shaul Greenglick
Este reservista israelí participó en el talent show Israel's Rising Star, concurso que termina eligiendo al representante del país, y pasó a la siguiente ronda. Sin embargo, su participación se vio interrumpida por la Guerra, ya que fue llamado a filas y falleció en Gaza hace unas semanas.
Y este caso, es “un ejemplo de la utilización de lo que es el Festival de Eurovisión o la propia preselección en pro de la propaganda política. Al final no se desliga lo que es el conflicto entre Israel y Palestina de la propia preselección. Y la muerte de este participante se está utilizando para justificar ese conflicto entre Israel y Palestina”, argumenta Luka.
La historia de Eurovisión va ligada a la geopolítica
Aunque Eurovisión es un certamen apolítico, y “esa es una de las razones que esgrime la Unión Europea de Radiodifusión para que participen todos los países", la historia del festival va ligada a la geopolítica. Y es que este festival se creó, en 1956, “para unir a los países europeos después de las Guerras Mundiales en pro de la música y a través de la música”, argumenta Luka. En consecuencia, los conflictos geopolíticos, en las diferentes regiones, siempre han estados presentes en el certamen a través “de la elección de artistas o de las letras de determinadas canciones”, entre otros aspectos, mientras que “la UER ha estado haciendo oídos sordos”, critica Luka.