El niño que descubrió los fósiles de una especie humana desconocida
- En Sudáfrica existen varios yacimientos de fósiles que son Patrimonio de la Humanidad como el de Malapa
- El paleoantropólogo Lee Berger encontró una posible nueva especies de homínido gracias a su hijo
En 2008 el prestigioso paleoantropólogo Lee Berger inició un proyecto piloto de localización de viejas canteras y cuevas mediante tecnología de satélites y mapeado láser en Malapa, Sudáfrica. Él mismo bautizó con ese nombre el yacimiento ubicado cerca del sistema de paleocuevas de Drimolen.
El investigador estadounidense iba acompañado de un doctorando y de su hijo Matthew, de 10 años. Un día, cuando se estaban yendo del yacimiento sin obtener ningún resultado, el pequeño encontró unos fósiles en un bloque de brecha por casualidad. "Cuando estaba a cinco metros de distancia de mi hijo, me di cuenta de que su vida y la mía iban a cambiar por completo", dijo el experto en el programa 'Arqueomanía'. Es difícil encontrar una especie nueva de homínido, pero Berger encontró dos. Entre ellas, el australopiteco sediba.
Se juntaron los astros
En ese momento, Lee Berger era uno de los únicos arqueólogos en el mundo especializado en la clavícula. Precisamente, ese hueso fue el que su hijo halló. Justo después, el investigador cogió la roca en el que estaba incrustado y al girarlo había una mandíbula con un canino, uno de los dientes más identificativos que se pueden encontrar. Se trataba de los restos de un sujeto.
Días después del hallazgo, Berger y su equipo regresó a Malapa, pero no localizó más piedras con fósiles. Pensó que los huesos que había encontrado el pequeño Matthew habían llegado allí accidentalmente. Sin embargo, pronto aparecieron más, los suficientes como para recomponer los esqueletos casi completos de dos individuos. Posiblemente, habían descubierto una nueva especie.
¿Una nueva especie?
“El cuerpo en general se acercaba más al australopiteco. Muchos piensan que la dentición era la de un homo.“
"Una vez que unimos todos los restos, solo nos quedaba una pregunta: nos encontramos ante un nuevo ser, ¿pero es un homo o un australopiteco?", afirma Berger en 'Arqueomanía'. El experto confiesa que todo se redujo a una decisión arbitraria porque no existe una definición exacta para los dos tipos: "El cuerpo en general se acercaba más al australopiteco, y recibimos muchas críticas. Muchos opinan que la dentición era la de un homo. Sigo pensando que tomé la decisión adecuada".
El paleoantropólogo formuló una hipótesis después de analizar la anatomía de los australopitecos sediba y concluyó que podía ser el paso entre los australopitecos clásicos y nuestra especie. En caso de que la conjetura se confirme, significaría un nuevo hito en la evolución humana. Sin embargo, todavía la comunidad científica no ha aceptado esta nueva especie como el último eslabón antes de la aparición del Homo erectus.