'Las tres mellizas': de la realidad a la ficción
- Roser Capdevila dio a luz a trillizas en 1969
- Al Jazeera censuró más de 50 capítulos de la serie
En 1969 nacieron tres mellizas de nombre Ana, Elena y Teresa. Pero en 1983 volvieron a nacer en las páginas de un libro. ¿Os suena la historia? En Mañana más hablamos de la historia de estas hermanas y como su madre, Roser Capdevila, las convirtió en conocidas por todo el mundo.
Situémonos en los años 60 en España. Cuando una mujer se quedaba embarazada no se hacían tantas pruebas y la medicina no estaba tan avanzada como en la actualidad. No se daban muchos casos de embarazos múltiples pero al ver el volumen del vientre de Roser, hicieron una ecografía en la que vieron que había dos bebés. Ella se fue a celebrarlo con su marido Joan, pero al rato los llamaron para informarles que se habían dado cuenta que no eran dos, ¡eran tres!
Una de las primeras cosas en las que pensó fue en el número de dedos que debían crecer en su interior. "Me cogió un desespero horroroso. 60 dedos. No saldrán 60, saldrán 59 o saldrán 68 o yo que sé", cuenta la dibujante sobre uno de sus primeros pensamientos al saber que su gestación sería triple.
Las niñas nacieron sanas aunque tuvieron que pasar un tiempo en la incubadora. Tras el parto, la peor parte se la llevó Roser ya que estuvo 20 días pasándolo muy mal y con la familia preocupada por su estado de salud. "El parto no fue bien, pero sobreviví", cuenta orgullosa la artista. Ese sería el nacimiento de las hijas de Roser y Joan, y de Las tres mellizas que fueron traducidas a más de 30 idiomas.
La inspiración de Roser nacería junto a sus hijas y en 1983, comenzó a publicar los libros en los que narraba las aventuras de las hermanas.
Teresa, Elena y Ana son Las tres mellizas
Teresa es la hermana vestida de rosa que será la líder de las tres. Elena es la de verde y sería la que más come, "la más tragona". Ana iba vestida de verde, era la más mayor y según su creadora: "la romántica".
Ángel Carmona pregunta si se parecen los personajes a sus hijas y Roser es tajante: "Sí". "Pero ahora, por ejemplo, Elena que era la tragona, es la más delgada. Está muy delgadita, es la más alta y son muy distintas, no se parecen en nada", comenta Roser sobre cuánto se parecen sus personajes a sus hijas en la actualidad. Hay que entender que han pasado bastantes años, las trillizas tienen 54 años.
Aparte de las tres hermanas, hay un personaje que se introduce más tarde pero que se hace difícil ya imaginar la historia sin él. Se trata de la Bruja aburrida. ¿Quién era esa bruja en la vida real? «Era mi maestra, que decía: "¡Capdevila haciendo dibujitos!". Era una época, bueno, vosotros no lo habéis conocido esta época, pero yo sí. La posguerra, y fue muy duro. Y las escuelas en Cataluña estaban muy castigadas. No nos dejaban hablar en catalán. Y mi maestra, que se llamaba Doña Pilar, era una bruja», responde Roser sobre cómo se inspiró en una antigua maestra suya que tenía mucho carácter.
La televisión y un país censurado
Las aventuras de Las tres mellizas pasaron de los libros a la pantalla en 1994 y tuvo una explosión de audiencia muy grande. A la gente le enganchó y los niños disfrutaron mucho de las peripecias de estas tres niñas que marcaron a varias generaciones de jóvenes. La serie de televisión llegó a todos los rincones del mundo y fue traducida a más de 30 idiomas. «Lo que pasa que tú ya sabes que cuando la cosa acaba en televisión, claro, es cuando explota. Y esta ventana indiscreta que se mete en todas las casas, que a mí toda la vida me han dicho: "niña, no te metas en las casas de los otros». Y ahora, a través de mis hijas, me he metido en las casas de toda Europa y América, África, los japoneses y los chinos, todos», cuenta la creadora sobre la expansión que llevó a cabo la serie televisiva.
Italia, Francia, Portugal o Grecia fueron algunos de los países en los que se emitieron capítulos de Las tres mellizas aunque Capdevila nos contó una historia realmente interesante. "En Al Jazeera querían la serie. Entonces bueno, fundamos un grupo de crisis en Cromosoma, que era la productora. Y bueno, decidimos que unos países donde las mujeres no eran nada, las niñas menos, que cogieran una serie con tres niñas, pues nos apetecía. Y les pusimos una condición: nada de censuras. Es que son 104 los episodios de media hora cada uno. Y que si algo no les gustaba, pues que aquel episodio no lo aceptaran. ¡Quitaron 50!", narra la artista sobre lo que hicieron en el medio de comunicación árabe con la serie.
¿Por qué lo hicieron? Roser cuenta que ella realizaba los fondos y que ponía "pueblos" y a menudo incluía "ermitas con una cruz" y eso es lo que rechazaban desde Al Jazeera. No se podía ver nada que ellos no tuvieran o que no comulgue con sus ideales. Sorprende el número de capítulos que no fueron escogidos ya que de los 104 existentes, se quedaron con algo más de la mitad. "Además como estaba doblada en árabe, yo no sé el texto cómo lo hicieron", puntualiza Roser sobre el doblaje que realizaron en el medio catarí.
Aún así, Las tres mellizas supuso un avance en la concepción de la libertad de las niñas y "sus travesuras" en un país donde aún la igualdad está lejos de ser una realidad.
Sus premios y una chaqueta militar
A lo largo de su carrera, Roser y su obra han acumulado muchos premios. "Yo todos los premios, desde el más chico al más grande, los agradezco muchísimo", explica la ilustradora sobre los premios que recibe. Entre todos los galardones destacan la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes y Medalla de Honor del Parlamento de Cataluña.
¿Dónde pone esta mujer todos sus premios? Los militares se suelen colocar las condecoraciones en un medallero que tienen en un lado de su chaqueta. Roser Capdevila no iba a ser menos. Ella se ha confeccionado una chaqueta militar de cartón donde coloca cada medalla o premio que recibe.
"La medalla nacional que me la dieron en Jerez de la Frontera. Y me la tenía que dar el rey. El emérito estaba enfermo y me la dio su hijo, que entonces era príncipe, y Letizia. Me lo dieron entre los dos. Y claro, cuando me dijeron esto, me hice la chaqueta pero no me la llevé hasta allí. Pero tengo todas las medallas colgadas", cuenta la artista catalana sobre la chaqueta que se hizo como "mural" para todos los premios que recibe su obra.
"El dibujo se lleva dentro"
Roser tiene 85 años y nació en una sociedad muy distinta a la actual. El arte no estaba tan bien visto y a menudo se pensaba que era una pérdida de tiempo. La artista comenta que a ella le prohibían dibujar o incluso, le rompían sus ilustraciones cuando era pequeña. Pero esto, lejos de asustarla, la reforzaba. "Yo creo que esto me fomentó la necesidad de dibujar", explica.
¿Qué mensaje le daría Roser Capdevila a los niños a los que les gusta dibujar? "Puedes ir a clase de dibujo. ¿Pero sabes qué es lo más importante? La imaginación. El dibujo se crea dentro de la cabeza. Se suelta para abajo el brazo derecho hasta la mano. Y cuando llega a los dedos, pillas el lápiz y el papel, y allí sueltas lo que tienes en la cabeza. Si no hay esta trayectoria, no te puedes dedicar al dibujo", explica de manera gráfica y brillante la dibujante.
"Ya no publico porque estoy muy mal de la vista y lo que estoy haciendo, que lo hago para mí, es un diario pero dibujado. Cada día dibujo lo que me pasa. Y si algún día no me pasa nada, que ya es corriente esto, o que sea muy repetitivo porque ya voy por el cuaderno 67, entonces meto mano a las noticias", cuenta la artista sobre cómo sigue dibujando a su edad. Esto deja claro que Roser tiene razón. "El dibujo se lleva dentro".