El 'modo monje' y 5 consejos para aislarte de las distracciones
- Las nuevas tecnologías generan muchos estímulos a la vez y provocan que sea difícil centrarse en una sola actividad
- La psicóloga Patricia Ramírez propone cinco consejos para practicar el 'modo monje' y evitar las distracciones
El ritmo de vida de la sociedad de hoy en día es frenético y en gran parte se debe por el mal uso y abuso de la tecnología. Si te cuesta concentrarte, tienes la sensación de ir muy rápido, no desconectas y dedicas poco tiempo a parar, sentir, pensar y observar, puedes probar de usar el 'modo monje'.
Esta técnica implica desentenderse de los correos, de las aplicaciones del móvil y de los chats, es decir, no atender a los estímulos externos para poner la máxima atención e intención en las tareas que estés haciendo. Existen APP's como Freedom, Focusme y Forrest que te ayudan a bloquear el dispositivo durante el tiempo que elijas.
La psicóloga Patricia Ramírez te ofrece cinco consejos en 'Para Todos La 2' para que pruebes el 'modo monje' y consigas vivir con más consciencia y atención.
1. Decide un objetivo para tu momento presente
Selecciona la actividad que quieras o debas hacer en ese instante y céntrate en ella. Puede ser disfrutar de un juego de mesa con tu familia, cocinar mientras escuchas música, redactar un contrato, correr en silencio o ver una serie. Ese será tu objetivo durante el rato que establezcas.
2. Calcula cuánto tiempo vas a dedicarle a ese momento
Fija un período de tiempo determinado en el cual estarás totalmente focalizado en tu cometido. Ya has fijado un objetivo y ahora debes marcar una duración estimada en la que crees que puedes llevar a cabo el propósito que has pactado contigo mismo.
3. Deshazte de las distracciones
Lleva el teléfono, tablet u ordenador a otra ubicación diferente de la que vayas a estar. Apágalo o silencia las notificaciones. Activa una de esas aplicaciones que te impiden usar el teléfono durante el tiempo que tú has decidido, te impedirá caer en la tentación.
4. Disfruta de lo que haces
Una vez has fijado el objetivo que quieres cumplir y el tiempo para hacerlo, y has abandonado los objetos que puedan impedírtelo, eres libre. Tu capacidad para estar en el presente aumenta porque tu cerebro sabe que no puede atender nada más que ese momento. Disfruta plenamente de la actividad porque no tienes otra preocupación.
5. Analiza cómo te has sentido
Una vez terminado el período de evasión, considera si te has sentido mejor y si has aprovechado al máximo tu tiempo. ¿Cómo te encontrabas antes de empezar la actividad? ¿La has gozado? ¿Has podido sentir emociones y sentimientos con los que te rodean? ¿Te sientes más relajado y tranquilo después de finalizar? Averigua con tu mente y tu cuerpo si te sientes mejor que antes.