Pablo López celebra su primera década en la música
- Arranca su gira conmemorativa el 24 de febrero en Roquetas de Mar
- ¿Qué código tiene tatuado el malagueño?
¡Qué importante es celebrar! En Radio Nacional recibimos a un artista gigantesco para celebrar su primera década en la música. Acompañado de un piano, lleva 10 años deleitando los oídos de quienes se acercan a su escenario.
Las tardes de RNE recibe a Pablo López en una semana muy especial para el malagueño. Y es que no siempre se cumplen diez años en la música y quiere celebrarlo como mejor sabe: con su voz acompañada de un piano.
El cantante comienza una gira que arrancará en Roquetas de Mar el 24 de febrero y que pondrá el broche final en Madrid a mediados de junio.
Y como explica Pablo, para una gira "nunca se está preparado del todo. Siempre están esos días de soñar demasiado fuerte, que no duermes ni 20 minutos seguidos. Pero es bonito el respeto porque la gente te está esperando, te dedica un día, nada más y nada menos. Ya no es que te compren una entrada, es que se levantan por la mañana y realmente ya te tienen en su agenda. Eso para mí, yo creo que es la punta de iceberg de todo lo que uno hace en la música".
Aunque nunca se sienta preparado al 100%, siempre hay cosas que organizar y preparar. ¿Cómo se prepara Pablo López? «Pasándomelo muy bien, eso para empezar, porque yo creo que tiene que ser una especie de "mirror" de lo que va a pasar en el escenario. He tenido la suerte, por primera vez en mi vida, que eso sí que me parece un sueño cumplido, de ensayar en mi casa», explica Pablo que destaca el lugar y la compañía de su preparación para una gira tan especial.
10 años son mucho tiempo, más de 3650 días y repasar todo ese tiempo en un concierto es algo difícil, pero hermoso. Pablo ha creado canciones como "El patio", "Tu enemigo" o "Lo saben mis zapatos" pero, ¿cuál tiene más ganas de cantar en esta gira? «Yo tengo curiosidad por "Mira cómo bailan", que es la última y nunca la he cantado en concierto, por ejemplo. Entonces, en este fin de semana y en todo lo que nos queda de aquí a junio en esta parte de la gira en teatros, yo creo que todo lo nuevo».
Una década de camino
Hace más de 5 millones de minutos desde que Pablo López comenzase su andadura en la industria musical.
El malagueño trató de hacerse un nombre en la música y lo consiguió a través de su paso por Operación Triunfo en 2008. 5 años después, lanzaría su primer single en solitario llamado "Vi" y también su primer álbum titulado Once historias y un piano, que fue un éxito y con el que logró un disco de oro y una nominación como "Mejor nuevo artista" en los Latin Grammys.
Su segundo trabajo fue en 2015, El mundo y los amantes inocentes, con el que impulsó su carrera y consiguió el disco de platino. Un éxito que residió en ser una obra personal y sensible con canciones como "El mundo" o "Tu enemigo".
Camino, fuego y libertad fue su tercer álbum con el que consiguió, nada más y nada menos, que dos discos de platino y en el que incluyó una de sus canciones más queridas por los fans como "El patio". Y en 2020, publicó su cuarto y último álbum llamado Unikornio, once millones de versos después de ti con el que conquistó otro disco de oro.
Ha sido un largo camino donde ha vivido momentos espectaculares, ha hecho amigos "que nunca llegué a pensar" como Raphael y se ha conocido a sí mismo. Así que vamos a conocerlo un poco más.
Su mejor amigo es el piano y, ¿su mayor enemigo?: "la hipocresía, el aburrimiento y la falta de empatía son los tres enemigos más grandes que puedo tener".
Algo que le quite el sueño: "no tener salud para subirme al escenario. Que me duela la derecha, la izquierda, el pie derecho, el pie izquierdo o la garganta, sobre todo la garganta".
Lo que piensa antes de actuar: «intento no pensar. De hecho, no tengo ni rituales. Y muchas veces hablando con alguien de "¿viste ayer el debate este?", y subo al escenario. Intento no pensar mucho porque sino me abruma toda esa energía que estoy a punto de recibir».
Su mejor espectador: "probablemente Armand Martín que es mi mánager pero mi amigo desde siempre. Y mi hermano, que lo tengo detrás en todos los conciertos".
¿Cómo se lleva con las redes sociales?: "pues la verdad que no muy bien. El caso es que cada vez le tengo más animadversión a todo lo que no sea de piel, de tocar".
Su colaboración soñada: "me gustaría hacerlo con alguien que no hable mi idioma. Por ejemplo, hay un artista belga que se llama Stromae que es tremendo, que me flipa y me encantaría colaborar con él" o "con Coldplay".
Su maestro musical: "te podía decir desde Beethoven hasta Silvio, de Silvio a McCartney, de McCartney a Mercury, de Mercury a Roger Hodgson en Supertramp. Yo creo que la gente que ha dejado canciones".
El piano y yo
"Llevo apasionado y enamorado de ese instrumento desde el día que le puse una mano en lo alto". Tanto es así que Pablo lleva tatuada la matrícula de su piano.
El piano es a Pablo, lo que la palabra a los demás. Un vehículo de expresión con el que mostrarnos contentos, sensibles, enfadados o rabiosos.
Pablo explica que "a veces se nos olvida que es un instrumento de percusión" y por eso a veces se golpea. "A lo mejor puede parecer un poquito agresivo, yo no lo recomiendo en su casa a nadie, sobre todo por las manos. Porque el que gana es el piano, es un instrumento duro y uno parece idiota al final, con la mano temblorosa de darle de hostias, por así decirlo".
"Cuando uno quiere expresarse en cualquiera de sus fórmulas, de la química de cómo uno se sienta en ese día, yo creo que el piano es un gran portador de cómo se siente uno. Si quieres cantar bajito o pegarle fuerte y reivindicar algo", cuenta Pablo sobre cómo se expresa un artista a través de un instrumento.
Una de las canciones más famosas de Pablo junto al piano es "El patio", del que dice que "está embrujado" y que no sabría decir ni de qué va. El artista lo define como "una liberación", es "un lloro, un llanto". "El caso es que es verdad que es una canción que yo creo que cumple el paradigma de lo que tiene que ser una canción, que es que pertenece a la gente. Yo creo que es la canción que más rápido impactó contra el complejo de ladrón que tiene todo oyente".
Pablo ha contado que, a veces, sueña que está en un escenario y sólo hay un espectador. Y está claro que es un sueño, o una pesadilla, porque la realidad es que Pablo tiene a miles de fans esperando a escuchar su voz, su piano y rememorar juntos 10 años de absoluta magia.