Contra el Imperio Romano: la revolución del militar de Sertorio, que no quería gobernar
- El programa 'Arqueomanía' habla de la Guerra Sertoriana y del protagonista del conflicto, el militar romano Quinto Sertorio
- El líder revolucionario se enfrentó al Imperio Romano sin el afán de gobernar, solo por sus ideales republicanos
La Guerra Civil Romana se trasladó a la Península Ibérica a partir del 82 a. C. porque Hispania era un territorio fundamental para el equilibrio económico de Roma. En ese momento apareció en escena el militar romano Quinto Sertorio, quien aprovechó la ocasión para hacer frente al Imperio Romano. El programa 'Arqueomanía' explica por qué el líder revolucionario, sin querer obtener el poder, inició la Guerra Sertoriana que duró siete años.
¿Quién era Sertorio?
Sertorio no pertenecía a una familia noble, pero se pudo formar en el mundo militar. Según Francisco Romeo, arqueólogo de la Universidad de Zaragoza, el revolucionario llegó a ser jefe de una ala de exploradores con el general Caio Mario. Juntos investigaban el terreno para que el ejército avanzara. El bagaje que adquirió como rastreador y comandante lo puso en práctica en la guerra que lleva su nombre.
El líder que no buscaba serlo
Tal y como explica Antonio Pizzo, arqueólogo y director de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR), Sertorio se convirtió en un militar revolucionario que desafió al pontífice máximo Cecilio Metelo y, posteriormente, al líder militar Cneo Pompeyo. Quinto Sertorio condujo la Guerra Sertoriana en Hispania durante una década, hasta el 72 a. C. Sin embargo, la finalidad del golpista tras generar el conflicto bélico no era gobernar. Según el director de EEHAR, lo que quería era recuperar los valores republicanos.
¿Cuál era su plan?
Romeo afirma que el plan del revolucionario era volver a la Península Itálica por vía marítima para restaurar el sistema de gobierno que consideraba legítimo: la República. Para ello, el militar estableció contactos diplomáticos con el rey del Estado helenístico Ponto, Mitrídates VI, con el propósito de usar su flota y con los piratas cilicios para plantarse en suelo itálico.
La previsión era de dos días de travesía partiendo de Dianium, la actual ciudad de Denia, uno de los puertos sertorianos más importantes. Los romanos controlaron los mares en todo momento y a Sertorio no le quedó otra que acceder por vía terrestre, por la Galia, la actual Francia.
¿Cómo acabó la revolución?
Finalmente, Pompeyo derrotó al ejército sertoriano en el 75 a. C. En el 74 a. C. Metelo y Pompeyo unieron sus ejércitos y poco a poco recuperaron los territorios de la Península Ibérica que los republicanos habían conquistado. En el 72 a. C., Sertorio fue asesinado y cayeron las últimas ciudades. La revolución fracasó, pero su líder pasó a la historia como alguien que sacrificó su vida por la causa republicana.