¡7 consejos para la controlar tus finanzas y vivir más tranquilo!
- La estabilidad financiera es uno de los pilares fundamentales para el bienestar personal
- Jordi Martínez Llorente, director de educación financiera, explica cómo lograr la paz con uno mismo desde la economía
El bienestar financiero es el estado en el que una persona tiene el control de sus finanzas, porque puede hacer frente a cualquier imprevisto económico que le surja y está en camino de conseguir sus objetivos económicos y vitales. Una buena salud en patrimonio va muy ligada al confort físico y emocional. El triángulo que forman estos tres pilares sostienen la paz con uno mismo. Cuando uno de los tres falla, acostumbra a influir negativamente en los otros dos.
¿Cómo se puede llegar a ese bienestar personal desde la economía? El director de educación financiera en el Instituto de Estudios Financieros, Jordi Martínez Llorente, te da 7 consejos para conseguirlo en 'Para Todos La 2'.
1. Equilibrio entre ingresos y gastos
La clave es tener una buena situación económica, que no es proporcional a los ingresos. Puedes tener muchos pero tener una mala salud financiera, o tener unas ganancias modestas y tener bienestar capital. La tranquilidad con tu patrimonio depende de la relación entre tu retribución y los gastos: el equilibrio entre ambos es el que te hará sentir bien económicamente y, por ende, físicamente y emocionalmente.
2. Ordenación de los gastos
Es vital dividir los gastos en necesarios e innecesarios. Analiza si realmente tienes que llevar a cabo los que no son imprescindibles y en qué afectan. Puede ser que un pago prescindible te afecte para llegar a final de mes, pero te está aportando bienestar, por otro lado.
3. Hacer cuentas
Más que prever cuánto puedes desembolsar, debes identificar en qué inviertes, por donde se va el dinero. Una vez lo reconozcas, se trata de que tomes decisiones para poder ahorrar un poco y hacer un fondo de emergencia que te permita hacer frente a cualquier imprevisto. Este recurso también te posibilitará el poder empezar a invertir o ahorrar para otros objetivos que tengas.
4. Coherencia con la vivienda
Por un lado, el alquiler afecta mucho al presupuesto mensual y, de rebote, al bienestar financiero y personal. Por el otro, a una hipoteca deberías destinarle entre el 30 y el 40% de tus ingresos. Así que el confort lo obtendrás con el cumplimiento de tus objetivos económicos y vitales. Si tu meta es asentarte en el pueblo donde naciste y donde tienes a toda tu familia, probablemente la mejor opción sea comprar una casa. En cambio, si tu deseo es viajar por el mundo y trabajar en distintos países, claramente debes alquilar una propiedad.
5. No prescindir del ocio
El ocio es muy importante. No puedes renunciar a todos los gastos innecesarios con la excusa de ahorrar. Debes encontrar el equilibrio entre atesorar y hacer cosas que te llenen para lograr el bienestar global. Igual que con la vivienda, debes ser coherente con tu dispendio en diversión. Un ejemplo de lo que no deberías hacer es pagar intereses durante meses de un crédito para hacer un gran viaje. Seguramente puedes ser más conservador e irte más cerca.
6. Controlar los 'gastos hormiga'
Los 'gastos hormiga' son aquellas pequeñas cantidades que se te van cada día. Sin embargo, cuando las sumas a lo largo del año, resultan ser centenares o miles de euros. Si quieres controlar estos derroches minúsculos, incide en ellos y decide. Por ejemplo, en vez de comer menú cada día fuera de casa, puedes hacerlo tres días y llevarte un táper los otros dos. Guardarás bastante dinero a lo largo del año.
7. Reservar futuros gastos
Visualiza a largo plazo y piensa qué gastos tendrás en un futuro. Por ejemplo, la ortodoncia de tus hijos. Si separas esa cantidad para cuando llegue el día, no tendrás que hacer frente a un crédito con altos intereses.