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'Los pequeños amores' desmiente los prejuicios de las relaciones parentales

  • María Vázquez y Adriana Ozores presentan su nueva película en Mañana Más
  • Descubre qué prejuicios de la relación entre madre e hija desmiente Los pequeños amores

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Adriana Ozores y María Vázquez en 'Los pequeños amores'
Adriana Ozores y María Vázquez en 'Los pequeños amores'

Aunque en un primer momento puedas pensar que Los pequeños amores es una película que habla sobre la maternidad, lo cierto es que cuenta ambas visiones, la de la madre, interpretada por Adriana Ozores, y la de la hija, encarnada por María Vázquez. Las protagonistas llegan a Mañana Más para hablarnos sobre temas importantes de las relaciones entre madres e hijas presentes en la película, participada por RTVE, que se estrena el 8 de marzo en cines.

Mañana más - 'Los pequeños amores', con María Vázquez y Adriana Ozores - escuchar ahora

Aprender a convivir de nuevo

Creces, te haces mayor y te independizas. De repente, ha pasado el tiempo y ya no te acuerdas cómo era vivir en tu casa, con tu madre, con tu familia. Puede ser que la soledad te haya hecho ser un tanto maniática en ciertas cosas, pero no te das cuenta hasta que tienes que volver al que ha sido tu hogar. Eso le ocurre a las protagonistas de esta historia. Adriana Ozores interpretando a una madre, tiene un pequeño accidente lo suficientemente grave como para no poder valerse por sí misma. Aquí entra María Vázquez, que hace de su hija y que debe cambiar sus planes de verano para ayudarle.

Volver a convivir puede llegar a ser complicado. De hecho, no están de acuerdo en muchas cosas, pero no es que se lleven mal. Adriana Ozores cree que estos roces son la consecuencia de adaptarse a un nuevo escenario: "no les cuesta nada, o sea, no les cuesta nada en el sentido de que bueno, es adaptarse a una nueva situación. Pero hay tanto por ser precisamente madre e hija, hay tanto que comparten, tanto pasado, tanta cotidianidad, tanto universo...".

Reencontrarse con quien fuimos

Estar de vuelta en el que ha sido tu hogar te enseña volver a convivir y también te reconecta con una parte de ti mismo que quizás habías olvidado. Eso le pasa al personaje de María Vázquez gracias a una música que le pone Jonás, quien tiene una gran relevancia en la historia, y que le recuerda a su adolescencia. "Cuando la escucha se ve a ella misma hace unos años y tiene nostalgia de eso también, que parece que ha perdido un poco de la espontaneidad, de las ganas. Que ella se da cuenta en este verano que de repente se ha muerto un poco esa parte de ella y hay que volver a revivirla", cuenta María Vázquez.

La protagonista trata de corregir su actitud, sobre todo cuando se da cuenta de que se está pareciendo a su madre, por ejemplo, en una escena en la que está viendo un botellón: "Ese momento es brutal porque ya se da cuenta que se ha convertido en su madre y de repente intenta también rectificarlo al final de todo, ¿no?. De decir <<Dios mío>>", afirma la actriz que interpreta a la hija.

Desmintiendo prejuicios

Los pequeños amores no solo representa esta experiencia que le ha tocado vivir a muchos, también desmiente ciertos prejuicios: "Hay una cosa muy importante en la peli que me gusta mucho y es que parece que esta vuelta hacia las madres viene cuando tú eres madre y no es verdad. También es algo que nos hacen creer y aquí es muy bonito porque ella, Teresa, mi personaje, no es madre e igualmente hay un reencuentro con su madre. Está como esta cosa idealizada de que cuando eres madre ya entras en otra dimensión y yo soy madre y te digo que no, que me queda mucho camino para iluminarme. Entonces me gusta mucho que va más allá de la maternidad", revela María Vázquez.

Otro de ellos sería el tema de la soledad que se supone que deben sentir las madres cuando sus hijos se marchan de casa: "¿Y qué pasa si te quedas sola? Claro, eso es un prejuicio tan gordote, gordote. Y Celia lo curra muy bonito", comenta Adriana Ozores.

"Al final te enseñan casi a tener hijos para no estar sola, pues pobres hijos. Quiero decir, que responsabilidad para un hijo. Es que tenemos que aprender todos a vivir solos y la soledad no tiene por qué ser algo negativo, que esto es lo que le viene a enseñar la madre también a la hija de <<Yo estoy sola porque me da la gana, no te preocupes por mí>>", señala María Vázquez.