Haití: vudú y zombies
- Espacio en blanco nos invita a viajar al país caribeño, lleno de incógnitas complicadas de desentrañar
- Lo hace con la ayuda de dos periodistas de TVE expertos en el territorio, Vicente Romero y Miguel Romero
¿Qué hace tan especial Haití? Esta pregunta no es fácil porque el país caribeño es un lugar lleno de incógnitas complicadas de desentrañar.
Lugar de catástrofes y de rituales, Espacio en Blanco ha querido regresar a este lugar para seguir descubriendo más matices posibles.
Para ello ha invitado a dos periodistas expertos en el territorio, Vicente Romero y Miguel Romero, compañeros de Televisión Española. Con ellos ha tratado de recorrer el país desde su complejidad política, su herencia colonial, sus peculiaridades espirituales, etc.
El vudú
“El diablo que consagra Haití es la pobreza, el atraso, la ignorancia y la dependencia”, afirma Vicente. “Hollywood le ha hecho un flaco favor a este país en un intento por demonizar su cultura del vudú”, opina Miguel.
Lo cierto es que desde nuestra perspectiva europea el vudú es considerado algo extraño con prácticas muy diferentes a las nuestras, pero desde allí la mirada hacia nosotros es igualmente de rareza. Culturas diferentes con creencias y puntos de vista diferentes. Las connotaciones negativas son difíciles de sortear y por ello hablar de Haití nos ayuda a entender mejor sus ceremonias y tradiciones.
“La religión vudú es el alma del pueblo haitiano. La manera de vivir de los haitianos”. Así lo definía el sacerdote Max Beauvoir, uno de los mayores exponentes de esta religión.
La zombificación
¿Es real? Sí. Parece de ciencia ficción pero no son los muertos vivientes del cine. Instrumento de justicia, venganzas personales y ajuste de cuentas de sociedades secretas. Vicente Romero ha tenido la oportunidad de ver esos zombis en persona y entrevistar incluso a uno de ellos sobre la tumba de la que renació.
Uno de los casos más espeluznantes es el de la niña Rose Marie, que regresó a su casa unos dos años después de estar supuestamente muerta. Estaba completamente muda y sin voluntad mediante sumisión química. En una palabra, zombificada.
Esta práctica es un tema tabú entre los haitianos. Supone una especie de deshonra y vergüenza social… ¿qué mal hiciste para ser zombificado?
Muchas incógnitas quedan por resolver. Sin duda volveremos a hacer este viaje a este desconocido país.