Los cuatro hombres de Amparo Muñoz: dos la destrozaron y otro la encumbró
- El documental Amparo Muñoz, la mujer que dijo NO recupera una entrevista inédita con la actriz donde explicó los motivos de su renuncia al título de Miss Universo
- El titular de Rosa Villacastín que casi acaba con la carrera de Amparo Muñoz
Amparo Muñoz sigue siendo un icono para todo aquel que recuerda su legado en cine y televisión. La mujer que despertó envidias, pero también indiferencia, fue la primera en renunciar públicamente al título de Miss Universo. Un acto de rebeldía que le sirvió para demostrar la tremenda personalidad que poseía, pero también todo lo que ocurrió tras su decisión. El documental Amparo Muñoz, la mujer que dijo NO, disponible en RTVE Play, narra cómo ni las adversidades a las que tuvo que enfrentarse impidieron que continuase con su carrera cinematográfica, así como las relaciones que la encumbraron y llevaron al negro de un pozo sin fondo.
Desvinculada por completo del título que la alzó mundialmente como el rostro más bello del planeta, Amparo se convirtió en una figura del feminismo tras contar, abiertamente y sin prejuicios, el trato sexualizado que recibían las mujeres de la industria. Llegó a trabajar con directores tan emblemáticos como Carlos Saura, Imanol Uribe o Fernando Méndez-Leite y sumó más de 40 películas en sus 56 años de vida. Sin embargo, durante esas décadas pasó por relaciones que marcaron el transcurso de su ámbito más personal y profesional.
Máximo Valverde, el primer gran amor de Amparo Muñoz
Amparo viaja a Madrid en 1974 con la ilusión de una chica que sale del núcleo familiar para independizarse y disfrutar de su nueva vida. En ese momento conoció a Máximo Valverde, actor con el que mantuvo una relación que rondó los tres años. "Yo me arriesgué a llamarla por teléfono a su casa en Vallecas, pero le habían dicho que tuviera mucho cuidado conmigo porque "me ligaba a todas las mises". Y Amparo era una géminis, basta que le prohibieran una cosa para que ella la hiciera", confesaba su expareja, recordando el momento en el que se conocieron.
Fue tras el famoso concurso de Miss Universo cuando comenzaron las turbulencias en su relación. "Cuando la eligen ganadora, me llama y me dice: "Máximo, ¡soy Miss Universo!" Y a mí, en lugar de darme una alegría muy grande, me dio un vuelco al corazón. Yo sabía que aquello no iba a ser bueno", apuntaba el actor. Y nada más lejos de la realidad, porque pronto experimentó las presiones del entorno de su entonces pareja: "Amparo desapareció durante varios días, no se sabía dónde estaba. Cuando sale elegida Miss Universo, hacen un control tremendo. No la dejaban hablar por teléfono cuando ella quisiera. El contrato leonino es que ganaba mil pesetas diarias, que son 6 euros de ahora, mientras quienes la controlaban ganaban miles y miles todos los días".
Junto a Máximo grabó la película Clara es el precio a las órdenes de Vicente Aranda, pero antes de ello, tuvieron que pasar por una situación que el actor es incapaz de olvidar. "Un día me llamó por teléfono desde Nueva York y estaba llorando. Cuando hablé con ella, me dijo claramente que no podía más y que quería irse de allí. Total, que me fui a Nueva York y allí siguieron los problemas. Había muchísimos pisos en el hotel, pero me metí en el ascensor y dos señores se metieron conmigo en él. De pronto, le dieron a un botón, aquello se paró, y empezaron a pegarme", confesaba Valverde. "Lo primero que hice fue ir al hotel donde estaba Amparo, pero cuando llegué, ella había desaparecido. En mi habitación también había desaparecido todo lo que tenía, solo me habían dejado un billete de vuelta a España. Hablé con el corresponsal de RNE en Nueva York, Cirilo Rodríguez, y me dijo: "Si decides quedarte aquí, esto que te han dado es un aviso. Por aquí por 500 dólares aparece mucha gente en las cunetas todos los días". No me fui de allí, y cuando por fin apareció, no entendía por qué estando los dos en Nueva York, no podíamos estar juntos. Por eso decidimos volvernos a España. Tuvimos que hacer una escaramuza para volver sin que tuviéramos problema: nos vistieron de azafatos y nos subieron al avión como si fuéramos de la compañía", concluía ante las cámaras. "La mujer que volvió a España no tenía nada que ver con la que se fue. La cambiaron totalmente", indicaba Máximo. Y partiendo de esa premisa, la ruptura llegó al poco tiempo de regresar junto a su entorno
De Patxi Andión a Flavio Labarca: las bodas que marcaron su vida
Tras romper con Máximo Valverde, Amparo encontró el amor en la figura de Patxi Andión. Cantautor de la época, junto a él rodó La otra alcoba, de Eloy de la Iglesia. A raíz de su romance, ambos contrajeron matrimonio en mayo de 1976 tras una relación de solo tres meses. Su unión duró un año y medio, pero fue suficiente para que la propia Muñoz reflexionara sobre lo mucho que impactó en su vida aquella convivencia.
"Me casé y fue como enterrarme en vida. Él quería que yo le hiciera la cama porque en casa no hacía absolutamente nada. Él se había casado para eso, para que no trabajara y estuviera en casa esperándole. Un día, limpiando discos, vi una portada suya, la tiré al suelo y dije: "No estoy enamorada de mi marido. Y si no lo estoy, ¿qué hago yo aquí? Le dije: 'Mira, lo siento mucho, pero he decidido que voy a hacer una película'. Entonces me dijo: 'A mí no me cuentes nada'. El mismo día que terminé la película le confesé la verdad: 'Se ha terminado, no aguanto más'. Ni le dije por qué ni él tampoco me lo preguntó".
Fue entonces cuando conoció a Elías Querejata, productor audiovisual con quien mantuvo una relación entre los años 1977 y 1979 y una fuerte amistad hasta el momento de su fallecimiento. Su relación estuvo alejada de los medios de comunicación, pero terminó filtrándose a una prensa que seguía muy de cerca cada paso de la actriz: "Yo con él descubrí la lectura, las horas de charla, descubrí muchísimas cosas. Elías siempre me ha querido, y yo a él", confesaba Muñoz en las grabaciones emitidas durante el documental. Tras los dos años que duró su noviazgo, Amparo volvió a contraer matrimonio -esta vez en Bali y sin validez legal- junto a Flavio Labarca, el anticuario chileno con quien se sumergió en el mundo de las drogas. "Empecé a tontear con ellas por puro desconocimiento y falta de información. Pero todos los errores que haya podido cometer, los he terminado pagando con creces".
Un icono de la transición
El novelista Miguel Fernández, responsable de la biografía de Amparo, recogió en La vida rota los años que vivió tras su paso por el certamen de belleza más famoso del planeta. "Aprendí a dormir sentada: tumbada en la cama, daba una cabezada durante una o dos horas y enseguida volvía el pánico a todo lo que me estaba ocurriendo, a todo lo que veía. Recuerdo una noche en la que Miss Filipinas me invitó a una fiesta en el ático del hotel y me encontré que la fiesta era especial: hombres y mujeres en grupos de dos, tres y hasta más personas se abrazaban y besaban. Era una auténtica bacanal. Por no hablar de las propuestas de entrar en el mundo de la prostitución", confesaba la propia Amparo en 2004. Este y otros aspectos de su vida en Amparo Muñoz, la mujer que dijo NO, disponible en RTVE Play.