El titular de Rosa Villacastín que casi acaba con la carrera de Amparo Muñoz
- Con motivo del 8 de marzo, RTVE estrena el documental Amparo Muñoz, la mujer que dijo NO
- El espacio recupera una entrevista inédita con la actriz donde explicó los motivos de su renuncia al título de Miss Universo
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Amparo Muñoz fue Miss Universo, pero también mito erótico y musa del cine durante años. Ahora, con motivo del 8M, RTVE recupera una entrevista inédita con la actriz que explica las razones por las que renunció al título de mujer más bella del mundo. Fue la única en hacerlo, pero su denuncia puso sobre la mesa un sistema que cosificaba a las mujeres y las dejaba a merced de una prensa que casi acaba con la carrera de Muñoz. Su personalidad rebelde, libre y retadora, fue uno de los puntos que jugó en su contra ante unos periodistas que solo velaban por tener y publicar la última hora sobre su vida.
"Amparo Muñoz, al borde de la muerte"
"El SIDA pone a Amparo Muñoz al borde de la muerte". Un titular, 11 palabras y una damnificada que no pudo recuperarse 100% del impacto que supuso tal afirmación. Así fue cómo la ex Miss Universo tuvo que lidiar con todo tipo de reproches, rechazo y acoso por parte de los medios de comunicación que creyeron la información publicada por Rosa Villacastín. "Su vida ya estaba rota, la tenía arruinada desde el principio. Yo publiqué, pero porque tenía documentación y a un catedrático de medicina que me aseguraba que tenía SIDA. Fuimos también al Clínico y nos dijeron que había estado en una planta donde solo estaban las personas que tenían la enfermedad. Visitamos otros hospitales y todos nos decían: "de aquí se ha ido". En aquel momento era cuando en todo el mundo, desgraciadamente, el SIDA se había extendido. Así que no me extrañaba que pudiera haberse contagiado, puesto que ella había sido una persona que se drogaba y fue detenida por ello en varias ocasiones", indicaba la autora de la noticia.
"Ella fue a los juzgados para poder presentar una demanda contra nosotros, pero tenía que adjuntar los análisis. Algo que nunca pudo hacer, jamás los presentó. A los tres días de publicarse la noticia, ella salió contentísima con un periodista en Málaga diciendo que no era verdad y que ella estaba fenomenal. Con lo cual, llegamos a pensar que todo era un montaje para salir y de alguna manera, llegar a lavar su imagen", concluía Villacastín. Aquel periodista era Luis María Ansón, quien acompañó a Amparo durante todo el periplo mediático al que tuvo que enfrentarse: "Le hicieron un análisis que dio contrario a todo lo que fuese el menor rastro de la enfermedad, así que decidimos hacerlo público en una conferencia de prensa. Allí enseñamos la prueba que se le había hecho para que la dejara exonerada de esa acusación. La operación salió muy bien porque el diario ABC le dio toda una página al desmentido. Naturalmente, se cortó a los enemigos de Amparo, que también los tenía. Alguno de ellos se frotarían las manos pensando en que las acusaciones de SIDA acabarían con ella".
La periodista Mariló Montero, presente en el documental, reflexionaba sobre los errores que se cometieron y todo lo que escondía aquel titular: "Le arruinaron totalmente la carrera. ¿Dónde lo contrastó? ¿Llamó a su entorno? ¿Por qué publica en portada eso? El editor y el director también tuvieron responsabilidad de eso. El daño que eso le hizo a Amparo y a su familia... fue tremendo".
"Me sentía incapaz de ir en contra de los medios"
Tal y como apuntaba Montero, su familia fue una de las principales damnificadas tras el escándalo. Iñaki Gabilondo apuntaba el principal problema que giraba en torno al SIDA: "Por una parte, estaba la enfermedad y por otra, el rechazo a la misma". Y fue precisamente lo segundo lo que propició que multitud de llamadas llegaran a su propia madre: "Cuando la llamaban a ella, decía: "Pero señores, si mi hija se estuviese muriendo... ¡¿Cómo iba a estar yo aquí haciendo punto y viendo la televisión?! Estaría con mi hija, ¿no? Aunque se muriera de SIDA o se muriera de lo que sea. Me daría igual, estaría a su lado". Pero a nadie le convenía creer eso. Ven a una mujer guapa, una mujer joven y que hace lo que quiere y cuando quiere... Que no se baja los pantalones o que no se sube la falda y claro, no lo soportan. Me sentía incapaz de rebatir eso y de ir en contra de los medios, así que terminé por irme a un chalet a las afueras para recluirme allí".
Pedro Muñoz, uno de los hermanos de Amparo, recordó emocionado cómo fue el momento en el que llegó a casa tras conocer la noticia: "Vino hinchada de tanto llorar. Todos lo vivimos muy mal. Al final, se creó la necesidad de hacerse un análisis para demostrar una mentira de alguien. Me parece que nunca la trataron bien, no sé si por envidia, pero no lo entiendo".
El novelista Miguel Fernández, responsable de la biografía de Amparo, recogió en La vida rota los años que vivió tras su paso por el certamen de belleza más famoso del planeta. "Aprendí a dormir sentada: tumbada en la cama, daba una cabezada durante una o dos horas y enseguida volvía el pánico a todo lo que me estaba ocurriendo, a todo lo que veía. Recuerdo una noche en la que Miss Filipinas me invitó a una fiesta en el ático del hotel y me encontré que la fiesta era especial: hombres y mujeres en grupos de dos, tres y hasta más personas se abrazaban y besaban. Era una auténtica bacanal. Por no hablar de las propuestas de entrar en el mundo de la prostitución", confesaba la propia Amparo en 2004. Este y otros aspectos de su vida en Amparo Muñoz, la mujer que dijo NO, disponible en RTVE Play.