Florian Zeller reúne a "sus padres" en Madrid
- 'La madre' se representa en el Teatro Pavón y 'El padre' en el Teatro Bellas Artes
- Ambas obras siguen en la capital hasta el 12 de mayo y 28 de abril, respectivamente
La trilogía de Florian Zeller no ha llegado completa pero ya están en Madrid dos de sus obras, El padre y La madre. En Mañana más reciben a los protagonistas de las obras, Josep María Pou y Aitana Sánchez-Gijón, para hablar de esta curiosa secuencia de historias que ha creado el escritor francés y que tiene un bonito mensaje oculto.
Florian Zeller se ha ganado un nombre en el mundo del entretenimiento. Con The father llegó a conseguir el premio Óscar por mejor guion adaptado y tan sólo fue su primera vez dirigiendo una película. Esta historia forma parte de una trilogía que ha escrito, la cual conforman: El padre, La madre y El hijo.
Esta última, El hijo, también ha sido llevada a la gran pantalla y contó con actores de la talla de Hugh Jackman y Laura Dern. Pero hoy no es nuestra protagonista.
Hoy la importancia la copan las otras dos obras de esta trilogía. Ambas están representadas en Madrid: El padre en el Teatro Bellas Artes hasta el 28 de abril y La madre en el Teatro Pavón hasta el 12 de mayo.
Las obras forman parte de un mismo "todo" y tienen bastantes similitudes en cuanto a ideas y puesta en escena. Un factor importante a recalcar es la intención de Zeller en que el espectador se introduzca en la mente de los personajes y sientan lo mismo que ellos. Tal y como define Aitana Sánchez-Gijón se trata de "teatro inmersivo".
Un escritor: Un estilo común
Josep María Pou nos cuenta que son obras con un sello personal muy marcado del autor y un estilo que se puede ver en las dos representaciones. «Esa estructura dramática que tienen las dos funciones, donde hay saltos de tiempo y donde el público llega a confundir unos personajes con otros. Y parece que algunas escenas se repiten y el espectador dice: "ay, pero eso lo he visto ya hace media hora". Y eso no es caprichoso ni es porque Florian tenga ganas de despistar al público. Eso es un mecanismo dramatúrgico que ha encontrado muy propio el autor, es el primero que lo ha utilizado y es un descubrimiento fantástico», explica el actor.
Tanto Aitana como Josep María perciben que son historias con un fuerte componente empático. En El padre, el protagonista es un hombre que sufre Alzheimer y su cerebro se va deteriorando pero que rechaza los cuidadores que su hija quiere contratar para ayudarlo. El diseño y la puesta en escena hacen que los espectadores sufran como lo hace el protagonista. En este caso, el Alzheimer es una enfermedad donde vas perdiendo la memoria, confundes los rostros y parece que repites momentos de tu vida. Todo ello, lo representa con la repetición de escenas, saltos temporales y otros recursos que hagan que no quieras despegar la mirada de las tablas.
La madre y los cuidadores
El personaje que interpreta Aitana es el de una madre. Ana es una madre "cuidadora", una mujer que ha gastado su tiempo y su vida en ayudar y servir a su familia pero que ahora detesta su vida. "Y está en este momento vital en el que todos están volando del nido, el marido incluido, y siente un abandono absoluto y un terror cerval a quedarse sola. Ya no puede soportarlo. Es una depresión larvada a lo largo de los años, que estalla en este momento de una manera muy violenta. Y en este caso, a diferencia del padre, lo que explicaba Josep María del proceso de Alzheimer. De alguna manera lo que el espectador está viendo es qué pasaría si esta mujer dijera en voz alta todo ese pensamiento obsesivo que la carcome", explica Aitana sobre el conflicto interno de su personaje. Y Zeller busca que empatices con ese fuego que la quema por dentro, que no es capaz de apagar y que la lleva al delirio.
La mujer se transforma y se convierte en "una madre agobiante, chantajista, victimista, en fin, es una mujer a la que le vemos toda esta oscuridad, lo cual está muy bien porque estamos siempre ensalzando la figura de la madre como si fuera la Virgen María. En esta función, todo el tiempo ella está esperando ese día de la Madre y nadie va a ir a comer con ella en el día de la Madre", cuenta Aitana sobre la figura materna de la obra.
Otra figura que cobra mucha importancia como vemos en ambas obras es "el cuidador". En El padre se puede ver en dos ocasiones tanto en los cuidadores que rechaza para que le cuiden como en su propia hija que tiene ese "gen protector" del que hablábamos en el párrafo anterior.
La vida es como es y a veces nos toca ser cuidadores, de repente. "Es la que representa a todos los a todos los cuidadores que se ven obligados, a veces sin demasiados conocimientos y con muchísimo miedo y muchísima precaución a cuidar de sus padres, de sus abuelos, de sus hermanos y demás. Es un homenaje también la función a los cuidadores por encima de todo", comenta Josep María sobre una figura homenajeada en la obra.
El actor catalán nos cuenta que en las funciones en las que han representado la obra en Barcelona se ha dado cuenta de la cantidad de cuidadores que han acudido a ver la obra. También el agradecimiento que los han mostrado después porque se ven reflejados en el escenario y "les sirve de catársis y consuelo".
Un papel, un momento, un "sí"
Todo en la vida tiene sus ritmos, sus momentos. ¿Quién no se ha encontrado un billete por la calle? Todos, y lo hemos hecho por pasar por el sitio adecuado en el momento adecuado.
Hace 12 años ya se realizó esta obra con Héctor Alterio como protagonista y Pou tuvo la oferta sobre la mesa. Pero la declinó. "Y ahora cuando me lo propusieron lo leí con la misma distancia pero me emocionó y me tocó. ¿Por qué? Pues porque ya tengo 12 años más y empiezo a sentirme algo identificado", explica Pou sobre su "no" y su "sí" ahora.
Aunque hay otro aspecto que cambió mucho a Josep María y seguramente a todos: la pandemia. "La pandemia nos ha cambiado a todos y la pandemia nos ha hecho por encima de todo, por encima de todo, enormemente sensibles a los problemas de nuestros ancianos y a los problemas de los ancianos en las residencias. No olvidemos que las primeras noticias de las pandemias eran de ancianos fallecidos en las residencias y las mayores cifras eran las de los enfermos en las residencias. Al salir de la pandemia estamos hipersensibilizados hacia el problema de los mayores en las residencias y ese es uno de los ejes centrales de la obra".
Para Aitana hubo otro factor que marcó su decisión. Su experiencia como madre. "Me hace entenderla perfectamente. También es cierto que yo soy un poco lo opuesto, por lo menos en intención. He deseado siempre que mis hijos volaran lo más lejos posible y eso no quita que tuve un dolor fuerte cuando se fue mi hijo y ahora ya estoy gestando el dolorcito de mi hija que se está empezando a ir. Ese duelo es inevitable pasarlo", explica la actriz sobre cómo ha influido su maternidad en la construcción de su personaje.
Así que si tenéis pendientes los regalos del Día del Padre (19 de marzo) o del Día de la Madre (5 de mayo) pues una entrada para estas obras es apropiado, ¿no?