¿Cómo detectar toxicidad en nuestras relaciones?
- ¿Es la toxicidad un trastorno?
- ¿Qué proceso debemos llevar a cabo para analizar nuestros vínculo cercanos?
La toxicidad se ha convertido en un tema muy comentado entre la gente para tratar de medir la "salud" de sus relaciones. En Tras la tormenta abordamos este tema para aprender a detectarlo y gestionarlo en nuestras vidas. Para ello contamos con la opinión experta de nuestra psicóloga Ana de Luis.
En los últimos años todos hemos escuchado alguna vez eso de: "cuidado, esta persona es tóxica". Pero seguramente no sea un término adecuado ya que crea mucha culpabilidad y no tiene porque ser algo recurrente ni prolongado en el tiempo. "Yo prefiero hablar de actitudes tóxicas, incluso de relaciones, de dinámicas tóxicas o de toxicidad en general. Y así nos ahorramos mucho. Hablemos de toxicidad que está presente o puede estar presente en todas las relaciones humanas", explica Ana sobre tratar la toxicidad como una actitud o un comportamiento que puede ser puntual y que puede tener un origen emocional.
Es importante que tengamos presente que todos podemos recibir esa toxicidad pero también generarla. Cuando hablamos de toxicidad no hablamos de ningún trastorno pero sí que hablamos de algo que genera malestar y que debemos intentar cambiarlo.
¿Cómo podemos detectar la toxicidad y cuál es su origen?
Parece un concepto muy amplio como para saber identificarlo con unos simples pasos. La toxicidad no es solo de amistad o de pareja, también la podemos encontrar en momentos de ocio, laborales u otros.
Es un problema muy normalizado pero si una relación, del tipo que sea, es tóxica se debe a que una parte o ambas están haciendo algo mal. Están generando un malestar y esto desemboca en emociones como el miedo o la tristeza. El problema es que, generalmente, en estas relaciones no hay solo parte negativa sino que conviven con el afecto o amor que se puede sentir a la vez. Por lo tanto la clave está en ver lo que pasa e intentar salir de ahí.
"Una madre que llama para hacer sentir culpable si no vas a comer o una amiga que se enfada porque no quedas o quedas con otras personas. Una pareja que siempre está en la queja, que se está quejando o está criticando a otras personas. El hombre que se calla todo y la mujer que resuelve todo, todo esto al final son patrones que se van dando, se van cronificando y al final generan dinámicas que son tóxicas", narra Ana sobre ejemplos de comportamientos que podemos detectar. Estos son solo algunos ejemplos ya que hay otros muy comunes como el control de entradas o salidas, la forma de vestir, celos, envidias...
Las actitudes tóxicas tienen un origen aunque no sea tan fácil descifrarlo. Muchas de estas actitudes provienen de emociones mal o no gestionadas, trastornos o el miedo. Muchos de estos comportamientos vienen por miedo a romper ciertas relaciones y por el propio miedo a la soledad. También tienen mucho que ver los roles sociales de hombre fuerte que no llora y puede con todo, mujer buena y que aguanta todo. Pero el problema para identificar este último es que está muy arraigado en nuestra sociedad, siempre nos han dicho cómo debemos ser y por eso es más difícil "mirarnos desde afuera".
Claves para lidiar con la toxicidad
El primer paso que debemos seguir para lidiar con actitudes tóxicas es pararnos. "Tomarnos tiempo a solas con nosotros mismos para darnos espacio, escuchar nuestras emociones y ver qué está pasando. Si nosotras escribimos los nombres de las personas con las que más nos relacionamos y al lado tratamos de poner: ¿Cómo me siento yo con esta persona? ¿Qué emociones me genera? ¿Qué se me despierta a mí? Ahí voy a empezar a tomar conciencia de qué está ocurriendo", explica nuestra psicóloga sobre la revisión de relaciones que debemos hacer en distintos ámbitos como familiar, amistad, laboral...
Después de este "chequeo" debemos analizar lo que nos hace sentir cada persona y ver si hay actitudes tóxicas o si estamos enganchados a una relación por emociones que son muy fuertes o muy importantes para nosotros pero que no nos están haciendo bien. También es importante dejarse acompañar y ayudar para tratar de transformar esas actitudes en otras más sanas. Y este es un proceso largo que puede llevarnos a algo parecido al síndrome de abstinencia y que va a ser difícil de sobrellevar pero que, sin duda, merece la pena.
Por tanto, es vital hacer esta revisión para analizar qué necesitamos o qué debemos cambiar. Y ese proceso será complicado, echaremos en falta cosas que nos gustaban y atravesaremos esas emociones de miedo y culpa que sentiremos al poner un límite. Debemos saber que lo importante es estar bien y tratar de hacer que los demás también lo estén y erradicar si nos hacen o hacemos algo malo. Como dijo la escritora Maya Angelou: "la gente olvidará lo que le dijiste, olvidará lo que hiciste pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir".