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¿Cómo eran los primeros Juegos Olímpicos de la historia?

  • En las primeras olimpiadas, en el año 776 a.C, los atletas competían completamente desnudos como muestra de respeto a los dioses
  • Las competiciones incluían pruebas de velocidad, lucha, lanzamiento y carreras de caballos

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El Condensador de Fluzo - Los primeros Juegos Olímpicos de la historia

En la antigua ciudad de Olimpia, según cuentan sus habitantes, se llevó a cabo un evento que marcó la historia del deporte para siempre: los primeros Juegos Olímpicos en el año 776 a.C. El programa 'El Condensador de Fluzo' detalla cómo fueron y cómo fue su evolución.

Los primeros campeones

En aquellos tiempos, los atletas participaban completamente desnudos, mostrando su destreza física y su valor ante los dioses. La competición inicial consistía en una carrera clásica de velocidad, aunque con el paso de los años se fueron añadiendo otras pruebas. Los juegos se convirtieron en un espectáculo de grandeza deportiva y espiritualidad en el siglo V a.C. Los atletas griegos competían en diferentes disciplinas que se dividían en agones atléticos, agones luctatorios y agones hípicos.

Listado de pruebas en las primeras Olimpiadas

Listado de pruebas en las primeras Olimpiadas

Entre las pruebas más destacadas se encontraba el Hoplitódromo, donde los atletas corrían equipados con armas y corazas, y el pentatlón, que incluía carreras, saltos y lanzamientos. Las competiciones como el lanzamiento de disco y de jabalina eran similares a las actuales, aunque con ciertas diferencias notables, como el uso de correas propulsoras en la jabalina. Además, las luchas en los Agones luctatorios y el Pancracio eran intensas, sin reglas e inspiraban respeto y admiración.

Los Agones hípicos, que incluían carreras de caballos y de carros, eran una de las pruebas más prestigiosas, asociadas al poder y la gloria.

Atletas destacados

Los atletas más destacados, como Leónidas de Rodas, Arraquión y Milón de Crotona, se convirtieron en leyendas por su valentía y habilidad en las competiciones.

Sin duda, los Juegos Olímpicos de la antigüedad nos dejaron un legado que permanece en los juegos actuales: como la esencia competitiva, la celebración de la excelencia atlética y una sociedad pendiente del evento.

El final de los JJ.OO

El final de los Juegos antiguos se produce en un contexto marcado por el ascenso del cristianismo a religión de estado a finales del siglo IV de la mano del emperador Teodosio. En aquel momento, se realizó una legislación antipagana que abocó a los Juegos a su desaparición. A pesar de que existieron intentos de juegos, no será hasta el siglo XIX cuando se produzca una suerte de resurgimiento o revival de los Juegos.

El retorno

El Barón de Coubertin, fue clave para el retorno. Una figura entusiasmada por el mundo clásico y que también tenía la pasión inglesa por el deporte amateur. Fue él quien prendió la llama del olimpismo moderno y fundó el COI en 1894. Sin embargo, es injusto atribuirle todo el mérito, ya que contará con el crucial precedente de los Juegos organizados en Atenas por el griego Evangelos Zappas.

Poco después de la independencia griega, en la década de 1830, había surgido la idea de restaurar los juegos, pero fue en 1859 cuando Zappas, empresario y filántropo, organizó unos juegos 37 años antes de Coubertin, aunque solo participaban griegos. Él también sería clave para el hallazgo y la restauración del mejor símbolo de la recuperación de los Juegos: un lugar que se convertiría en sede de los juegos modernos y en un auténtico símbolo para el Olimpismo.