¿Cómo se produjo la caída de Al-Ándalus en Málaga?
- La derrota de Al-Ándalus es un ejemplo de lo que significa la guerra moderna, con tácticas de desgaste y nuevo armamento
- 'Arqueomanía' revela las claves de la caída de los musulmanes en la Península Ibérica
La caída de Málaga supuso el fin del sultanato nazarí de Granada en 1492 y el inicio de una nueva época: la vieja Hispania preparaba su unificación total para el nacimiento de un imperio de ultramar. El programa 'Arqueomanía' explica cómo se fraguó la derrota de Al-Ándalus de la mano de las tropas castellanas.
El inicio del fin: aislamiento
Para asediar completamente el territorio malagueño, los cristianos optaron por aislarlo de tierra y mar. Asentaron una flota potente en la bahía que impidió el suministro de los nazaríes por vía marítima. Al puerto de Málaga llegaron navíos italianos, castellanos, aragoneses y flamencos, junto con material armamentístico y víveres que también entraba por tierra.
Con el bloqueo del muelle, la situación de los ciudadanos presos entre las murallas era angustiosa. Según explica en 'Arqueomanía el arabista Virgilio Martínez, la gente comió lo que pudo: burros, asnos y pieles de animales.
Revolución militar
“El fin de Al-Ándalus como un fenómeno político, pero también militar“
Martínez apunta que "muchos investigadores se refieren al fin de Al-Ándalus como un fenómeno político, pero también militar". El asalto incorporó técnicas bélicas renacentistas, distintas de los métodos medievales empleados hasta entonces. Los cristianos usaron una artillería variada procedente de diferentes lugares.
“Lanzaron cadáveres de animales para introducir enfermedades infecciosas en la ciudad“
El especialista en lengua y cultura árabes cuenta que Málaga fue continuamente bombardeada e incluso emprendieron una guerra química: "Lanzaron cadáveres de animales para introducir enfermedades infecciosas en la ciudad".
El ataque también contó con la participación de los Gomeres, un grupo de mercenarios que tuvieron un gran protagonismo. Primero, impusieron un régimen de terror a los habitantes malagueños. Después, fueron los que se enfrentaron más duramente con los cristianos y fueron los últimos en ser derrotados y masacrados en el castillo de Gibralfaro.
El final de Al-Ándalus
Muchos ciudadanos murieron a causa de las armas o por el hambre o las enfermedades. Los que sobrevivieron fueron vendidos como esclavos y solo unos pocos afortunados pudieron liberarse gracias a rescates muy caros. Según Virgilio Martínez, los castellanos se repartieron todos los bienes de la ciudad, la cual quedó completamente devastada. En 1496, el último sultán del reino nazarí de Granada, Muhammad XII -Boabdil-, entregó las llaves de la Alhambra a las Majestades católicas. Fue el fin de Al-Ándalus.