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3 claves para entender por qué los tomates ya no saben a nada

  • Las variedades agrícolas locales más ricas, pero menos productivas, han sufrido un declive paulatino durante 50 años
  • El movimiento 'slow food' lleva décadas luchando contra la pérdida de variedades locales

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El escarabajo verde - Germinar el olvido

La mejora de variedades agrícolas experimentó un brusco acelerón durante los años 70. La consecuencia más inmediata fue un incremento de la productividad y del tiempo de vida postcosecha, abaratando precios y posibilitando la exportación de frutas y verduras a latitudes donde el clima no permite su producción. Por ejemplo, los daneses de una cierta edad dicen que las mandarinas ‘huelen a Navidad’, porque durante su infancia este fruto era un lujo reservado para las fiestas.

Pero todo progreso tiene su cara y su cruz, y algunos de los efectos colaterales fueron la pérdida de sabor y textura de los frutos y la desaparición de variedades locales. En el programa 'El Escarabajo Verde' descubrimos tres claves para entender el origen de los ‘tomates fotocopia’, duros y esféricos como pelotas de tenis, y todos idénticos.

Tomates idénticos

Tomates idénticos en 'El Escarabajo Verde'

Clave 1: La Revolución Verde

Tras la Segunda Guerra Mundial fue necesario implementar medidas para producir suficiente alimento en Europa. Gracias al desarrollo de biotecnología en los años 70, se consiguió acelerar el proceso de ‘selección dirigida’ que los campesinos habían llevado a cabo durante milenios. Así, se consiguieron variedades más productivas y resistentes a enfermedades en un tiempo récord. Durante esta Revolución Verde se consiguió que la fruta y la verdura fresca fuesen accesibles para la gran mayoría de la población en países occidentales.

Clave 2: ¡No se puede tener todo!

Una vez superado el riesgo de hambrunas, emergió un modelo de agricultura que persigue el beneficio económico en la producción y venta de alimento. Por ello, los mejoradores también comenzaron a buscar variedades sin defectos estéticos, resistentes al transporte y la manipulación mecánica. Esto se consigue demorando el proceso de maduración, por el que los polisacáridos que aportan rigidez al fruto se convierten en azúcares simples de sabor dulce. Pero a la vez que se evita la aparición de abolladuras y el ataque de microorganismos, empeora la textura y se reduce el sabor. Vaya, que no se puede tener todo.

Germinar el olvido

Germinar el olvido en 'El Escarabajo Verde'

Clave 3: Mejora sobre mejora o el ‘efecto embudo’

Las empresas de mejora siguen buscando incansablemente genes que aporten caracteres de interés dentro de las llamadas colecciones de germoplasma, en especies silvestres o sin interés comercial. Una vez encontrados, introducen estos genes en variedades previamente mejoradas. Así consiguen combinar, por ejemplo, resistencia a distintas enfermedades. Aunque sea un proceso necesario, el resultado es que unas pocas variedades élite, supermejoradas y a menudo protegidas por patentes, terminan siendo cultivadas masivamente en todo el planeta. Mientras tanto, las variedades locales han ido cayendo en el olvido y desapareciendo.

Afortunadamente, se están haciendo esfuerzos por revertir estas tendencias. Empresas de semillas y colectivos agroecológicos se lo explican al Escarabajo Verde desde distintos puntos de vista.

GERMINAR EL OLVIDO es un reportaje con guion de la bióloga Laura Arribas-Hernández.