Catalina descubre el negocio secreto de Pelayo: el tráfico de armas
- Catalina salva la vida de su prometido
- ¿Descubrirá el resto de la familia Luján el negocio de Pelayo?
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La muerte de Jerónimo activó todas las alarmas de Pelayo: sospecha que Cavendish está implicado en el asesinato. ¡Es muy peligroso! Sin desvelar su negocio secreto, ha intentado advertir a Catalina. ¡Y menos mal! ¿Por qué? El inglés estaba decidido a acabar con la vida del conde de Añil. Sin embargo, su plan no ha salido como él esperaba: Catalina se ha presentado en el lugar del intercambio y ha conseguido salvar la vida de su prometido. Pero esta no es la única sorpresa que se ha llevado la hija del marqués: ¡ha descubierto el verdadero negocio de Pelayo! Te contamos todos los detalles de este momento.
El asesinato de Jerónimo
Todos sabemos que el tráfico de armas es un negocio muy peligroso. Todo parecía ir bien, hasta que Jerónimo apareció muerto en la posada en la que se alojaba. No sabemos con certeza qué fue lo que ocurrió. La hipótesis de la Guardia Civil se inclina por el intento de robo que acabó en asesinato. Sin embargo, Pelayo no cree esa versión.
Nosotros tampoco creemos esa historia y menos tras la conversación que mantuvieron posteriormente Lorenzo y Cavendish. En ella, el capitán de la Mata preguntó al inglés sobre su posible implicación: “Lo de Jerónimo fue cosa suya, ¿no?” ¿Cuál fue su respuesta? Sin mediar palabra, esbozó una sonrisa muy sospechosa. Lorenzo intentó sonsacarle una respuesta alegando la confianza que deben tener el uno en el otro. Cavendish no admitió firmemente su culpabilidad: “Una cosa es tener confianza, la otra reconocer un crimen”.
Pelayo, el próximo objetivo
Ahora, el inglés tiene un nuevo objetivo: Pelayo. ¡Quiere deshacerse de él! “Solo estoy manifestando lo inadecuada que es su presencia en el negocio”, asegura. El capitán de la Mata tiene las ideas claras: “No es lo mismo hacer desaparecer a un pobre diablo como era Jerónimo que matar a un Conde. Me trae sin cuidado lo que haga con Pelayo, lo que quiero es que no me salpique”.
El inglés no quiere implicar a Lorenzo en ningún asesinato, lo único que quiere saber es que, si el conde de Añil sufre cualquier accidente, él se quedaría al frente del negocio. Ante tal petición, el capitán de la Mata no ha podido resistirse: él no asesinará a nadie, pero se hará cargo del tráfico de armas en el caso de que pase algo malo.
Cavendish, a punto de matar al conde de Añil
El inglés y Pelayo se encuentran en mitad de una entrega de armas, alejados del palacio. Todo parece ir normal. El conde de Añil sabe que Cavendish es peligroso, más aún tras la muerte de Jerónimo. Por eso, quiere romper lazos con el inglés: “Lo que toca ahora es que usted me pague. Una vez lo haya hecho, podremos poner fin a nuestra relación comercial”.
En ese momento, Cavendish ha mostrado su arma al conde: “Espero que no me lo tenga muy en cuenta, no es nada personal. Este negocio le vino grande desde el principio. ¿De verdad pensaba que esta iba a ser la última entrega?”. Pelayo ha intentado hacer cambiar de opinión a Cavendish, pero él mismo sabía que iba a ser imposible. “No me dispare, por favor”, ha suplicado el conde de Añil.
Por suerte, Catalina había escuchado la fecha y la hora de la próxima entrega y sabía, tras las advertencias de Pelayo, que Mr. Cavendish es muy peligroso. Se ha presentado en el lugar y, al ver que Cavendish estaba a punto de matar al conde, ha decidido actuar. ¿Cómo? ¡Apuntando con un arma al inglés! “No se mueva, tire el arma si quiere seguir vivo. Si piensa que es un farol, póngame a prueba”, asegura la hija del marqués.
Catalina salva la vida de Pelayo
La hija del marqués ha sido realmente valiente y ha conseguido que Mr Cavendish tirara el arma. Pero, en ese momento, ha descubierto toda la verdad: “¿Está usted traficando con armas?”. El inglés no ha dudado en destapar toda la verdad: “¿Cree que estoy solo? ¿Cree que hubiera podido traficar sin la ayuda de su prometido? ¿De quién cree que fue la idea de esconder las armas bajo los tarros de salsas y mermeladas?”. El conde de Añil ha intentado que Cavendish no diera más explicaciones, pero no ha sido posible.
Catalina no podía creer lo que estaba escuchando: “Su prometido es el auténtico contrabandista. La idea fue suya”. Ante estas duras palabras, Pelayo se ha enfurecido y ha estado a punto de acabar con la vida del inglés. Por suerte, Catalina también ha logrado impedirlo: “No lo hagas, Pelayo. No eres como él”. Tras este encontronazo, Cavendish no volverá a pisar el palacio.
El conde busca el perdón de su prometida
Descubrir que su prometido es un traficante de armas ha sido un duro momento para Catalina. ¡Aún no puede creérselo! Ahora, Pelayo busca su perdón: “Lo siento, de verdad”. Él quería explicarse, pero Catalina no estaba dispuesta a escuchar: “¿Explicar el qué? ¿Cómo has aprovechado nuestro negocio para hacer tus chanchullos? ¿Cómo me hiciste creer que me querías?” El conde de Añil asegura que sus sentimientos son totalmente sinceros: “Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Nunca he jugado contigo. Nuestro compromiso y mi intención de pasar el resto de mi vida contigo es real. Me enamoré de ti nada más verte”.
Después de todo, la hija del marqués no cree ni una sola palabra. ¿Conseguirá Pelayo encontrar el perdón de su prometida? ¿Descubrirá el resto del palacio su negocio secreto? Tendremos que esperar a los próximos capítulos para ver cómo avanza esta trama.
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