Deja de ser un inmaduro y asume tus propios errores con estos 4 consejos
- En la sociedad narcisista actual, el reconocimiento de los errores y la asunción de responsabilidades no tiene cabida
- En 'Para Todos La 2', la psicóloga Patricia Ramírez te aconseja aceptar tus equivocaciones
La sociedad actual tiene un espíritu más individualista que colectivo y esto provoca que la gente haya dejado de aceptar su vulnerabilidad y sus errores. ¿Sueles pensar que siempre son los otros los que se equivocan? ¿De verdad crees que eres perfecto y que nunca fallas? Si es así, es probable que seas inmaduro e irresponsable.
Con estas lagunas de compasión, amor y educación, es complicado que el individuo haga cesiones y concesiones para llegar a acuerdos que beneficien al colectivo por encima del ego. Asumir responsabilidades es un acto de sensatez, así que la psicóloga Patricia Ramírez, en 'Para Todos La 2', te da cuatro consejos para que reconozcas tus propios errores y así ayudes a que el mundo sea un lugar mejor.
1. Deja de atribuir a los demás lo que es tuyo
Eres poco tolerante o crítico con aspectos de la personalidad de otras personas y, a lo mejor, los tienes tú también. Juzgar a los demás no hará que desaparezcan en ti, así que céntrate en tus imperfecciones, asúmelas y empieza tu cambio.
2. No expongas los errores de otros para minimizar los tuyos
El famoso "y tú más" es una lamentable forma de atacar al otro para evitar asumir los propios errores. No pasa nada si reconoces que no siempre lo haces todo bien y que te equivocas. Si en una conversación alguien te critica, no saques su error para minimizar el tuyo: admite lo que te dice si honestamente crees que es cierto y comprométete a cambiarlo si consideras que puede beneficiar a ambos.
3. No niegues la evidencia
Cuando niegas algo que es evidente para la otra persona, desmientes su realidad. Aunque no compartas lo que te digan o no lo recuerdes tal y como lo explican, nunca lo contradigas. Rechazar la percepción de la otra persona es un impedimento para resolver el conflicto. Su relato es distinto del tuyo porque su percepción es diferente a la tuya y su explicación va ligada a su experiencia, interpretación y memoria. Acepta lo que te dice, ten curiosidad por saber cómo se siente y pregúntale qué puedes hacer para ayudar.
4. Reconoce tu error
Nada te va a hacer una persona más creíble que asumir que cometes errores. La persona que dice que no se equivoca jamás no es de fiar, básicamente porque es imposible no 'patinar' nunca. Un fallo dice de ti que eres humano, imperfecto y vulnerable, y te ayuda a empatizar y acercarte a los demás.