Aprende a elegir el zumo más sano con estas indicaciones
- Aitor Sánchez, nutricionista, despeja todas las dudas sobre los zumos para que no caigas en los tópicos
- ¿Sabías que está totalmente prohibido que el zumo tenga azúcar añadido?
Una vez sabemos que el zumo, aunque sea recién exprimido, no debe sustituir a la pieza de fruta ni se debe pensar que es "un elixir que nos proporciona de todo", como dice el nutricionista Aitor Sánchez, te traemos las mejores indicaciones para que elijas el zumo más saludable posible. Y si, además, quieres saber la frecuencia con la que debes consumir este producto, ¡no dudes en darle al play!
¿Natural o concentrado?
Sin lugar a dudas, el casero recién exprimido. Esto se debe a que los zumos concentrados son creados con un procedimiento a través del cual pierden parte de sus vitaminas. "Lo que se hace es calentar y evaporar el zumo en el punto de origen. ¿El motivo? Básicamente ocupar menos espacio, facilitar el transporte y así necesitan menos recipientes y también menos camiones para moverlo de un sitio a otro", explica el nutricionista Aitor Sánchez.
Además, una vez llegan al punto de distribución, el especialista cuenta que son hidratados para obtener un producto final parecido al zumo natural pero reconstituido a través del concentrado. Esto ocurre, según señala Aitor Sánchez, hasta en los restaurantes.
¿A temperatura ambiente o refrigerado?
Aunque existan zumos exprimidos naturales envasados en tetrabrik a temperatura ambiente, la mejor opción siempre son los refrigerados ya que a los envasados "se les ha hecho también un tratamiento de pasteurización antes de envasar y es un proceso un poco agresivo que afecta a esas vitaminas y le cambia ligeramente el sabor", afirma el nutricionista.
Es más, Aitor Sánchez apunta que siempre va a ser mejor cualquier producto que necesite estar en nevera para su conservación, dado que esto significa que "está menos transformado y que hay que preservar mejor sus propiedades".
No confundas el néctar con el zumo
Si el zumo lleva azúcar añadido, no es zumo, es néctar. El néctar es lo que se consigue cuando mezclamos un zumo de frutas con azúcar o con azúcar disuelta en agua. Este se suele confundir con el zumo, pero no debería ser así puesto que "el zumo no puede tener azúcar añadido y es algo que está completamente prohibido", explica el especialista. Y si nos preguntamos qué es mejor, el néctar o el zumo, Aitor Sánchez asegura que el primero tiene, por consecuencia, una menor calidad.
¿Zumo convencional o zumo light?
La palabra light en cualquier producto capta nuestra atención en un instante. En el caso de los zumos hay que tener en cuenta que tienen una menor cantidad de azúcar pero, ¿por qué? "Los zumos light se han conseguido únicamente diluyendo el zumo original con agua. Te lo venden como <<Guau>> y simplemente los han rebajado", afirma el nutricionista.
Para Aitor Sánchez esto está al borde del engaño del consumidor, así que te aconseja que si optas por comprar un zumo light mejor te compres un zumo convencional y le añadas agua en casa para ahorrar dinero.
Mezcla de zumo y leche, ¿si o no?
Este producto que promete ofrecerte lo mejor de los dos mundos, la leche y la fruta, finalmente acaba por no aportarte ninguna de las dos. "El preparado también está aguado, en el que la cantidad de leche es muy poco reseñable porque obviamente es el ingrediente más caro de esa preparación y, en definitiva, pues un producto con mucho marketing", explica Aitor Sánchez, quien además considera que es mejor opción darle a los hijos para el almuerzo del colegio un pequeño tetrabrik de leche o bebida vegetal y acompañarlo con una fruta.