El otro Prado... seguro que no has ido y guarda tesoros asombrosos
- Los pilares del tiempo atraviesa los cimientos del Museo de la Academia de San Fernando
Fue Carlos III quien decide instalar, en este palacio Goyeneche de la calle de Alcalá de Madrid, la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se trata de la segunda pinacoteca más importante de España, teniendo solamente por delante al Museo del Prado. Un museo que posee trece magníficos cuadros de Francisco de Goya, además de obras de Tintoretto, Velázquez, Rubens, el Greco, Murillo, Ribera, Zurbarán, Sorolla o Picasso. Un excepcional legado de más de 1400 pinturas, 1.300 esculturas y 15.000 dibujos que sigue ampliándose.
Es un lugar donde durante dos siglos y medio se venía a aprender y a disfrutar de esta belleza. El establecimiento de las academias en Europa desempeñó un papel fundamental en la normalización del gusto estético durante el Siglo de las Luces. Y aunque la enseñanza se fue, las colecciones se quedaron.
¿Por qué razón Dalí fue expulsado?
¿Hasta qué punto la entrada en la Real Academia fue una imposición del padre a Dalí? El padre de Dalí, a pesar de que era un hombre muy autoritario y recto, sabía que la Academía era el mejor sitio donde podía enviar a su hijo para formarse como pintor, ya que era una de las principales instituciones culturales españolas. Además, Madrid en 1922 era un foco de cultura, arte, libertad… Y la salida de su asfixiante núcleo familiar fue esencial para el artista, que aterrizó en un lugar dedicado al estudio de todas las disciplinas artísticas, dónde podía encontrar pinturas, esculturas, dibujos y modelos de arquitectura desde mediados del siglo XVIII.
Dalí tuvo con la Academia una relación de tira y afloja. Su expulsión fue parte de la revolución personal y artística en la que Dalí estaba inmerso: se hacía notar con su atuendo extravagante, larga melena… En 1923 es acusado de encabezar una protesta estudiantil, algo que encaja con su momento de rebeldía y se ve obligado a abandonar la Academia de San Fernando. Sin embargo Dalí regresa en 1924, tan solo un año después, y se ve obligado a repetir curso. Sí que sería expulsado por segunda vez y de manera definitiva en 1926 por declarar incompetente al tribunal encargado de examinarlo, pero sin estas extravagancias, acciones y pensamientos fuera de la norma establecida no habría un Dalí.