¿Te han regalado rosas por Sant Jordi? ¡Haz una deliciosa mermelada con ellas!
- ¿Sabías que todas las rosas son comestibles? En Ahora o Nunca descubrimos algunos de sus usos gastronómicos
- Descubre esta forma sencilla, rápida y deliciosa de cocinar pescado que han desvelado en Ahora o Nunca
¿Sabías que todas las rosas son comestibles siempre que se hayan cultivado en un entorno natural? Se han utilizado en la gastronomía desde tiempos ancestrales y no es para menos, porque aportan un sabor único a los platos. De hecho, dependiendo del color, la forma y el aspecto, cada una tiene un sabor diferente. Sigue leyendo para descubrir esto y cómo preparar una rica mermelada con ellas.
¿A qué saben las rosas?
Rojas, amarillas, rosas… sí, todas las rosas con comestibles, pero, ¿a qué saben? Según ha explicado Mónica López en Ahora o Nunca, el magacín de mediodía de RTVE, las rosas rojas suelen tener un sabor afrutado con toques de albaricoque, grosella o limón.
Las rosas, por otro lado, tienen nada más y nada menos que 200 tipos de aromas esenciales, el que predomine será el que influirá en el sabor. Con las amarillas, naranjas y blancas ocurre lo mismo. Hay rosas rosas que huelen a limón y blancas que huelen a frambuesa.
En cualquier caso, todas son comestibles y suelen aportar sabores deliciosos. Por eso, en Ahora o Nunca, también han querido darle una segunda vida a parte de la decoración. ¿Cómo? Preparando una rica mermelada con ellas.
Así se hace la mermelada de rosas
Ingredientes | Preparación |
---|---|
|
|
Otros usos de las rosas en cocina
La mermelada no es lo único que se puede cocinar con estas flores. ¿Cómo olvidarse de la mítica agua de rosas que endulza muchos de nuestros platos?
También es muy sencilla de elaborar. Solo es necesario poner agua y pétalos en una cacerola pequeña y dejar que la mezcla hierva a fuego lento durante 10-15 minutos. Pasado el tiempo, apagamos el fuego y dejamos reposar el agua de rosas durante una hora con la olla tapada para que termine de infusionar. Después se cuela el líquido y ¡listo! Se recomienda conservar en nevera.
Y, si te han sobrado rosas, puedes deshidratarlas y añadirla en tés o infusiones para dar sabor.