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Fuego y agua en el nuevo poemario de la escritora y veterinaria María Sánchez

  • María Sánchez (Córdoba, 1989) publica Fuego la sed, un poemario que habla de las huellas y la memoria del territorio
  • Además de escritora, Sánchez es veterinaria y su literatura ejerce una mirada sobre el mundo rural libre de estereotipos

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Página Dos - Poemas que calman la sed, con María Sánchez

Tres elementos vertebran la vida de la premiada escritora María Sánchez (Córdoba, 1989): el mundo rural, los animales y las palabras. Hija y nieta de veterinarios de campo, fue la primera mujer de su familia en dedicarse a un oficio tradicionalmente desempeñado por hombres. Mientras estudiaba Veterinaria empezó a escribir. En ‘Página Dos’ habla de su libro más reciente, Fuego la sed (La Bella Varsovia).

Vida, oficio y literatura dibujan un trazado perfectamente coherente en la biografía de María Sánchez. La defensa de lo minoritario, lo olvidado, lo apartado. Desde su defensa de razas autóctonas de cabras y ovejas en peligro de extinción, pasando por su oda al pastoreo y una militancia de la ganadería extensiva, hasta sus poemas sobre la desmemoria que el ser humano tiene por el territorio.

La poesía es política

Fuego la sed es tan lírico como político. En este poemario María sigue el camino de su pionero Cuaderno de campo, que dibujaba una visión del medio rural lejos de los estereotipos y abrió caminos y debates. En tiempos de emergencia climática, Fuego la sed ensancha la conversación y reflexiona sobre los cuerpos y sus circunstancias, las huellas que deja en la tierra aquello que un día fue.

«No hay narradoras del mundo rural», cuenta la escritora, «porque las niñas dejaban la escuela para ayudar en el campo mientras sus hermanos seguían estudiando». Sánchez ha podido escoger su destino y ha aprovechado la oportunidad con talento y generosidad, creando proyectos colaborativos como Almáciga, un vivero de palabras perdidas del medio rural de las diferentes lenguas y variaciones idiomáticas de España.

El agua está muy presente en mis poemas, tanto su presencia como su ausencia

María Sánchez, que vive en una aldea de Galicia, lee a los espectadores de ‘Página Dos’ un poema de Fuego la sed, un libro que se enmarca en un paisaje muy específico. Así lo define ella: «Es un lugar del sur, de mi tierra, la Sierra Norte de Sevilla», cuenta María, «que es donde crecí y donde teníamos animales. Es mi mapa de afectos. Podría ser uno de tantos lugares de este país que por el cambio climático y la sequía está perdiendo su vegetación, sus ríos. El agua está muy presente en mis poemas, tanto su presencia como su ausencia.»